miércoles, 21 de mayo de 2008

Supuesto pariente de Pedro Infante, un vecino agresivo

Nunca entiendo a los vecinos. Particularmente, la vida entre vecinos que he vivido es totalmente diferente a como la muestran en la tele. Nada más alejado de mi realidad son mis vecinos, quienes no tienen nada de parecido a Desperate Housewives (esposas desesperadas, en español). Mis vecinos me dan flojera, casi no me llevo con ellos y apenas sé cómo se llaman (a pesar de tener 18 años viviendo en el mismo lugar). Tal vez si viviera un departamento o en una calle privada, tendría más contacto con ellos, pero como mi vecindario no es como el de esposas, Wisteria Lane, dudo que mi trato vecinal alguna vez cambie.

Entonces, tener vecinos suele ser aburrido para mi. Aunque los vecinos de otras personas suelen ser más interesantes .... eso me recuerda un día en que salí de cenar con unos amigos. Después de la cena, decidimos ir a casa de otro amigo para de allí ir a una fiesta. Al llegar a casa de mi amigo, quien entonces vivía en unos departamentos, decidimos tocar a su puerta. Tocamos una vez y nada....tocamos otra vez y nada...hasta que aparece en el departamento de enfrente, un señor. El adulto en cuestión era un señor de 1.65 aproximadamente, con un cuerpo demasiado atlético (tal vez tomaba anabólicos, que sé yo), y una edad que fluctuaba entre los 35 a 40 años. Ahora sospecho que el tipo tomaba anabólicos porque nos recibió con un:

-¿ya tocaron no?-

Enseguida, uno de mis amigos le respondió: - si, estamos buscando a nuestro amigo, queremos verlo-.

Por consiguiente, el mastodonte muscular se pusó más furioso y dijo: -¿Pero ya tocaron y no está? ¿tienen algún problema?-

Todo esto sucedía mientras mi otro amigo intentaba marcarle por celular, el intento resultaba infructuoso y la batalla verbal siguió con mi amigo:

- Si, señor, pero queremos hablar con nuestro amigo, el está aquí-.

Don King Kong (el vecino) respondió: ¿Tienen algún problema? dejen de tocar...¿no veeen que no estáaaaa?

Todo esto mientras King Kong se acercaba a nosotros con evidentes intenciones de caernos a golpes. Imagínense a 3 flaquitos estudianes contra Terminator. Yo, nervioso y tratando de contener a mi amigo, temía por la partida de golpes que aquel señor agresivo nos iba a recetar desde el piso de los departamentos.

Finalmente, mis amigos cesaron de responderle al barbón ultraviolento y dejamos de tocar la puerta. Con claras amenazas de "- No saben con quien se meten-" o algo así por parte del individuo, optamos por retirarnos. Lo más gracioso de todo era que la fiesta a la cual íbamos a ir era precisamente en la casa a un costado de los departamentos donde vivía nuestro cuate. Más tarde nos enteramos que nuestro amigo había aplicado la de "familia telerín" y se había ido a dormir temprano. Además,alguien sacó a colación que el gorila en cuestión era un supuesto pariente de Pedro Infante.  Prendió su aire, y por supuesto no escuchó nuestros intentos fraudulentos para que nos abriera la puerta, estaba dormido. Ahora sospecho que el señor mamey tomaba drogas para estar tan fuerte y ello podría explicar su temible agresividad por nada. Así, que chamacos, cuídense de los vecinos ajenos, no saben con que maniático ultraviolento se puedan topar algún día.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo recuerdo ese día, oh cielos, que miedo... jaja no ya enserio que miedo cuate y vaya experiencia, una de las miles que hemos vivido. Yo por quererme pasar de listo casi los meto en problemas a ustedes... pero ya fiesta despues jeje