miércoles, 27 de diciembre de 2017

A ti te da miedo estar solo


Si no te gusta estar solo, ¿no te gusta estar contigo? ¿será que que es horrible lo que hay en tu interior? ¿saldrá a flote tu verdadero ser?

Yo creo que a ti te da miedo estar solo. Y lo siguiente que voy a decir, no es personal.
Te aterra el hecho que permanezcas ahí con tu alma.
Por eso siempre dejas todo a medias.
Casi puedo ver el temblor que te produce despegarse de la gente. No sea que pase tal o cual cosa...
Buscas quién te acompañe siempre. A mí se hace que eres de las personas que prenden la radio o la televisión para no sentirse solos. No sea que vayas a escuchar lo que hay en tus pensamientos. ¿Escuchar lo que hay dentro de ti? cuestionarte muchas cosas. ¡Qué oso!
Como si la vida fuera igual que las películas. Lo cierto es que la realidad casi siempre supera a la ficción.

A ti te da miedo estar solo. Y para protegerte usas el celular. No importa cuantas cosas chistosas observes. Te da miedo estar solo. Y nos disgusta verlo.
Prefieres la comodidad de tener algo con qué distraerte. A quién hablarle. Porque estar solo es enfrentar a lo desconocido y lo desconocido te da miedo. Tal vez por eso no estás preparado.
A ti te da miedo estar solo.

A ti te da miedo leer esto. Y es muy fácil echarle la culpa a mí, quién lo escribió.
A nosotros no nos engañas.
Deja de evitar el estar solo, disfrútalo. ¿Qué es lo peor que puede pasar? ¿te perderás el chisme el momento?

A ti te me da miedo estar solo porque es peligroso para tu comodidad y a partir de ahí se generan cambios. Atenta contra tu confort.
Pero no quieres estar solo porque te duele cambiar. Y cuesta trabajo. El status quo interior te dirá "no vayas por ahí,mejor acompañado".

Lo cierto es que para dar lo mejor de ti al mundo, es necesario aprender a estar solo. Tienes que enfrentarlo. Listo y preparado. Como cuando un niño (a) va a ir a su primer día de escuela. Lo visten, le toman fotos, lo dejan limpio y con la ropa ordenada.
Para perder el miedo a estar solo hay que aprender a jugárselas solo. Y poder estar concentrado. En paz con tus pensamientos.
Para luego hacer bien el trabajo en equipo. Pero, no te gusta estar solo.
Entonces, si no te gusta estar solo, ¿no te gusta estar contigo? ¿será que que es horrible lo que hay en tu interior? ¿saldrá a flote tu verdadero ser?

Estar solo no es malo. Puede ser muy ventajoso en determinados momentos. Porque donde todos pierden la cabeza, tú actúas especial. El que sabe estar solo, es especial. No necesita de lo demás para mantener la calma.

Es por eso que te pido que cambies el chip. Pienses diferente y ¡actúa!

Un abrazo solitario.

viernes, 15 de diciembre de 2017

Cuando todo parece perdido



Cuando todo parece perdido el tiempo parece ser nuestro peor enemigo.

Significa resignarse en algo peor que la muerte.

Cuando todo parece perdido no hay dinero que alcance o si lo hay, no nos salva de lo que parece inevitable.

Cuando todo parece perdido sentimos que los esfuerzos se hacen en vano. El enfoque está perdido y no puedes concentrarte.

Cuando todo parece perdido la espiritualidad es algo que empezamos a cuestionarnos. Seguramente te has hecho las preguntas "¿Qué más quieres de mí, Dios?" "¿Qué hice para merecer esto?"

Algún sermón, meditar u orar parecen no tener el significado que antes sí tenían.

Cuando todo parece perdido, nos importa poco el ruido del mundo.No escuchamos a nada, ni a nadie.Las conversaciones vanas y las reuniones sociales nos hacen sentir más aislados que nunca.

Cuando todo parece perdido es difícil conciliar el sueño o tener la paciencia que lográbamos antes. Todo es una desgracia. Nos quejamos de lo malo que nos sucede.

Cuando todo parece perdido tal parece que vivimos con una nube negra encima de nosotros.¿No estaremos siendo víctimas de alguna maldición? ¿Alguien se puso en nuestra contra? Lo único que nos falta es que nos llueva caca encima. Si es que ya nos llovió y ni nos dimos cuenta.

El estado depresivo invade tu ser y se convierte en tu único amigo.

Hasta que llega el momento en que se apaga la mente. Concentrarse en otra cosa que nos haga ver la situación de una manera distinta.

Viene una idea y luego otra. Poco después, llega una más y varias. Desechas algunas e intentas que dos ideas se besen. Luego vas uniendo las piezas del rompecabezas y surge una explosión dentro de ti. Es necesario pasar a la acción. Podrás hacer una lista de 20 ideas diferentes. De situaciones que puedes lograr. Armas tu estrategia y si no funciona una, haces otra.

Luego piensas en probar más.Te das cuenta que hay más opciones frente a ti de las que creías.
Hasta que alguna de las ideas triunfa y contagia de color a otra idea.

De repente, miras al cielo y la nube negra que estaba sobre ti ya no lo está. Las malas ideas comienzan a desaparecer. Tu cuerpo regresó a su estado normal. Has empezado a creer de nuevo.
La vida tiene un nuevo significado.

La vida sigue.Y tú, también.

No todo está perdido (aunque a veces así lo parezca).

miércoles, 29 de noviembre de 2017

10 aprendizajes que he logrado en 10 años de escribir en el blog de Beto Basto

En 10 años muchas cosas han cambiado en la vida de quién escribe este blog. 
En estos momentos cumplo años. Para curiosidad de quién lea éstas líneas, entro más de lleno a lo que son los treintas.
Se supone que a los treintas la gente ya está logrando todo, especialmente en el aspecto material. No es mi caso, si ese es el rasero social con el que se mide la vida de cada persona. ¿Realmente importa?


2017, el año que vivimos peligrosamente

Concentrándonos en lo importante, no ha sido un año particularmente "bueno" para mí. Fueron 12 meses bastantes difíciles. Cada mes he tenido que enfrentarme a nuevos retos, problemas más grandes y situaciones fuera de mi control, en la mayor parte de los casos. Hasta que me di cuenta de algo.

En realidad mis problemas resultaban verdaderamente menores en comparación con la gente que vivió los sismos en México. Hay personas que se quedaron sin un hogar, un patrimonio u aún peor, sin vida. No estoy próximo a vivir alguna de las cuestiones anteriores. Entonces comprendí que podían que mis problemas podían ser más pequeños de lo que pensaba. Si has llegada a la parte de este texto, se supone que aquí va el clímax.
O donde las cosas se ponen emocionantes. Que de la noche a la mañana todo cambia mágicamente para el protagonista, como en las películas. Naa, lo siento, prefiero regalarte más palabras. Bueno, dicen que quien no vive para servir, no sirve para vivir. 

Es por eso, querido lector, que te regalo 10 puntos que aprendí en este año de mi vida, aprovechando que llevo 10 años de escribir en este blog. Espero que los disfrutes: 

Menos drama, más acción. Fácil sería que escribiera en Facebook o aquí todos mis problemas y dramas personales. Simplemente no soporto mucho del "ruido" del mundo actual y en más de una ocasión me he sentido tentado a compartir ciertas cosas o noticias como las hace todo el mundo. La gente se vive quejando en Facebook, usando WhatsApp para lo mismo y creo que eso impide que todos avancemos. Decidí que  lo que no me gusta de los demás, lo cambio en mi y paso a la acción, que me lleva al siguiente punto.

Templanza. En más de una ocasión, me han dado ganas de perder la paciencia. De gritar. Sin embargo, he aprendido que el mundo pertenece a los pacientes, a los estoicos, calmados y serenos. Y ahora, estoy mejor.

Constancia y enfoque. Me cuesta mucho tener cierta constancia en actividades que me gusta mucho. Uno de mis principales temores adultos es terminar haciendo puras cosas que deteste. Pero, ¿qué adulto no tiene ese temor? En estos días estoy de vacaciones y he podido detectar que en ocasiones me olvido de actividades que más me gustan y dan paz mental como leer libros, escribir, jugar.

Tener salud mediante hábitos. A donde voy, la gente me pregunta si hago dieta, o qué estoy haciendo para quedar visiblemente más delgado de lo habitual. La realidad es ni yo tengo idea y empiezo a medirme en algunas cosas por mi salud futura. Creo que me ven más delgado porque casi no consumo refresco, espero algún día dejar de consumirlo. Ah, y camino de forma constante.

Percepción sobre las metas. En 2016, escribí algo relacionado con que no realizo metas. Lo sostengo hoy en día. Esto puede sonar contra intuitivo para alguien casado con alguna filosofía de éxito. Hasta que la vida me ha enseñado en que también tengo que diseñar los pasos para lograr una cosa, iré directamente al país de nunca jamás.

Menos pasividad. Tropezones en este 2017 me hicieron darme cuenta que era muy pasivo. He dejado muchas cosas de largo, me arrepiento de otras....a final de cuentas soy humano. Pero el humano no evolucionó sin antes ponerse a explorar, a diseñar, a construir, actuar...

No tomar las cosas de forma personal. La persona que lee lo que escribo no tiene qué estar de acuerdo con mi forma de pensar. No, lector tampoco lo hago basado en ti o en contra tuya. Me encanta que le gente, poco o mucha que me lee, se le "mueva" algo en su interior. O que vea situaciones de la vida de otra forma que no habían pensado antes.

Largo plazo. Hace años perdía la paciencia fácilmente porque las cosas no salían a mi manera. O porque era muy quejoso. Tal vez era mi falta de madurez en ese momento. Alguien a quien admiro tiene una idea que rescato. Que en "trescientos años nadie va a hablar de ti si tu preocupación actual es el nuevo iPhone y el viaje exótico a Australia". 

Legado. Escribo aquí porque me gustaría dejar algo que a 10, 15, 20 años mis hijos, nietos, sobrinos pudieran leerlo y si algún escrito le sirvieran para aportar algo en sus vidas, pues yo estaré más que satisfecho.

Menos enojo. Me irritan muchas cosas de la vida. Me irrita la música de moda, ciertas actitudes de la gente. Y así podría seguir. Es fácil quejarse, lo difícil es hacer.
No es contenerse o reprimirse. Es tomar la vida de otra manera. Enojarse sí es permitido. Por cuestiones que valgan la pena.

Que  los próximos 10 años, los retos, los problemas y las broncas sean más trascendentales. Seguramente estaré aquí escribiendo otra lista de 10 artículos sobre lo que aprendí. O lo que se me ocurra. Para mí, será divertido.

Y tú, ¿qué has aprendido en los últimos 10 años (2007-2017)?

sábado, 2 de septiembre de 2017

Tener hijos no es para todos

El ser padre o madre es una situación muy compleja, pero con muchas satisfacciones. 


Hay parejas que tienen hijos.

Otras que pueden tener hijos y no quieren.

Hay parejas que quieren tener hijos y no pueden.

Hay seres  cuyos hijos son sus mascotas.

Respiran a tu lado personas que viven solas con sus hijos.

Existe gente que tienen varios hijos con diferentes personas.

También personas que tuvieron hijos antes de lo que pensaban que llegaría a sus vidas.

Otras prefirieron dedicarse al servicio religioso, algún tipo de misión en la vida o cuidar de algún familiar en vez de considerar el tener hijos.

A final de cuentas hay muchas posibilidades sobre tener o no hijos.

Y si tienes hijos, lamento decirte querido lector que eso no te hace especial.

Tú ya eres especial por las habilidades que tienes.

Tengas hijos o no.

Tener hijos no es para todos. Tener la paciencia, las fuerzas, la economía...es algo que cuesta trabajo.Algo en tu interior se moverá constantemente en ti a partir del momento que seas padre o madre.

Eso no significa que tener hijos sea malo. Es maravilloso cómo alguien es sacado de su zona de confort por todo lo anterior. Pero lo olvidamos. Hasta de nosotros por tener hijos.

Preguntarle a una persona, a menos que sea un amigo o un familiar de muchísima confianza, cuándo va a tener hijos es una falta de respeto.

Porque no sabemos si perdieron un hijo, se están separando, no planean traer bebés al mundo, tienen deudas, quieren viajar por el mundo o están en una situación de riesgo. Las posibilidades son enormes.

Nuestros cánones para calificar a las personas tienen qué cambiar hacia las cosas que están haciendo, sus acciones. Tenga hijos o no. ¿No será que hace falta mirar hacia el espejo y preguntarnos quiénes somos y hacia dónde vamos en vez de voltear hacia abajo, ver el celular y cuestionar las acciones de los demás?

¿En qué momento nos tomamos la libertad de cuestionar cuándo las personas tendrían que tener hijos? O, ¿el momento en el cual tenerlos?

Lo que pasa es que no sabemos respetar al otro. Cuando empecemos a realizarlo, se generará una verdadera empatía con él o ella. A comprenderlos.

¿Seguiremos preguntándole a la gente cuando va a tener hijos?

Mejor cambiemos el chip. Y elevemos nuestros estándares ahora. Ya. Sin tener que buscar la aceptación social de cuándo van a tener hijos.

jueves, 31 de agosto de 2017

El truco que uso para la creatividad y algunas ideas sobre la frase "No tengo inspiración"

Apuntar en una libreta es fundamental para que no se olviden las ideas. A mí me ha funcionado. 

No tenemos inspiración porque hemos adoptado esas ideas como verdades por mucho tiempo.

La inspiración está en la calle, en tu casa, en el amigo, en el taxista que cuenta historias y hasta en tu perro.

Me gusta ver la inspiración como una mariposa que está ahí volando todo el tiempo. Está volando a nuestro lado de forma constante, pero generalmente la vemos como un intruso que pasa cerca de nosotros. Y no nos interesa. Estamos tan pegados al WhatsApp, al chisme más reciente o al resultado del partido de fútbol que hasta se nos olvida que estuvo siempre a nuestro lado. No satanizo las anteriores cuestiones. Me encanta el fútbol, me gusta usar WhatsApp y las redes sociales me mantienen al tanto de quiénes me importan. Simplemente nos hemos cerrado a decir, a riesgo de sonar a cliché de gurú de superación personal, que las cosas son así y no pueden cambiar.
¿Quién nos dijo que teníamos que aferrarnos a ese pensamiento?

Cuando estaba más joven, me pasaba algo que odiaba. Venían ideas a mi mente mientras caminaba por el centro de la ciudad, tomaba el transporte público o simplemente estaba realizando otra actividad. No tenía dónde apuntarlas y se me olvidaban. Entonces empecé a cargar libreta y pluma a donde fuera.Esto me dio muchas ideas que luego plasmé en trabajos de la escuela, pinturas, canciones y en una libreta donde descargaba mis dramones personales de mi juventud. Esa fue mi solución a algo que estuvo cerca todo el tiempo.

Voy a decir algo que seguramente has escuchado muchas veces. Creo que todos somos creativos en algún modo. Y lo digo en serio. Cierto, no somos el pintor Salvador Dalí, ni tenemos la osadía empresarial de Elon Musk. No todos tenemos la misma capacidad. Pero el que no es creativo en hacer obras de arte, a lo mejor sí lo es vendiendo cosas. Un padre de familia necesitado a lo mejor es más creativo que yo para su trabajo. La señora que tiene habilidades sociales importantes tal vez no tenga nada de creatividad para dibujar, pero tal vez es creativa para decorar su casa y hacer la cena.
El abogado que no sabe un carajo de historia del arte tal vez es creativo para defender a su representado con pruebas. El adolescente sin dinero probablemente es creativo para conseguir cigarros gratis.

En fin, no todos somos creativos en lo mismo. Pero sí somos creativos en una cosa.Y en todos los casos se puede ver diferentes opciones.O adoptar situaciones que permitan mezclar ideas y dejar al mundo parte de nuestra creatividad.

La expresión "no tengo creatividad" es un pretexto que hemos adoptado. Una salida fácil durante mucho a tiempo sobre algo que no sabemos explicar con claridad. Es más fácil negarlo, echarle la culpa hacia algo exterior y auto-limitarnos.

Pero podemos cambiar el chip de nuestra mente. Exponerla a nuevas ideas y poner manos a la obra.

lunes, 28 de agosto de 2017

"Precio por inbox" , un mala costumbre que merece ser erradicada

¿Cuánto es? "Precio por inbox".

Uno de los puntos más bajos en el desempeño de cualquier vendedor es poner en Facebook la frase “precio por inbox”.

Si estás vendiendo una sola cosa, a un solo precio sin ninguna otra variable de color o presentación, colocar un producto con la frase “precio por Inbox”, es ridículo. Me recuerda a la imagen de un panadero en triciclo diciendo “precio por Inbox” cuando le preguntan su producto. Ninguno lo dice, creo. Al menos a los que le he comprado pan.

Considero que una excepción sería cuando uno como vendedor ofrece productos y servicios que requieren múltiples precios o un desglose detallado de los mismos. Por ejemplo, se me ocurre una empresa que realiza servicios multimedia, no es algo que se pueda colocar un solo presupuesto.  

Otra excepción sería un restaurante.Puede ofrecer múltiples variedades de sus platillos en el menú,  aunque esto fácilmente queda solucionado con agregar una imagen o un enlace con los platillos del menú.

La idea es a final de cuentas es que uno como vendedor tiene que ser lo más claro o conciso posible. Y ahorrarnos la frase “precio por Inbox” para situaciones que realmente lo ameriten. Nadie quiere la información a cuentagotas. Muy diferente resulta que a uno como cliente lo atiendan y le digan “te mando la información por Inbox” o la “ubicación por Inbox”, ya que podría ser algo por cuestiones de seguridad, prefiero no darte mi ubicación o la dirección del lugar.

¿Acaso lo que vendemos son archivos declasificados? ¿el acceso autorizado de algo?  La realidad es que nadie, si está vendiendo una sola cosa a un solo precio, debería poner “precio por Inbox”.

Y tal vez ni así compren lo que vendes.

Pero eliminaremos drama innecesario. Acostumbrémonos a ir al grano. Cambiemos el chip. Y actuemos genial. 

domingo, 5 de marzo de 2017

Queremos que todo se acomode a nosotros



A veces todo se ve más fácil desde la perspectiva propia.

Lo que pasa es que queremos que todo se acomode a nuestro horario.

Que el trabajo sea en un lapso de tiempo que nosotros queramos y en la ubicación donde escojamos.

La disponibilidad de los demás sea igual a las necesidades propias.

El dinero a los caprichos innecesarios.

Las creencias de los demás se adapten a nuestras creencias.

El sacerdote, maestro y servidor público hagan lo que esperamos sin fallos.

Que fulano o zutano realicen lo que a nosotros nos gustaría.

Que todos acudan a los eventos que hagamos.

Que nuestra familia luzca bien siempre aunque nos sentemos de frente sin nada que decirnos cara a cara.

Que tengamos creatividad cuando vemos/interactuamos/leemos las cosas con nuestra mente cerrada y pensando igual que hace un mes o hace una década.

Que la comida se haga como lo hacía mi abuela, mamá, tía o pariente...porque de esa manera, sí tiene buen sazón.

Que tengamos dinero pese a que vamos al casino, jugamos a la "suerte" o lo gastamos en cosas que no necesitamos para impresionar a gente que no le interesamos en absoluto.

Que al llegar al hospital nos atiendan de inmediato (no importando las urgencias de los demás).

Que tengamos espiritualidad sin dar amor a los demás porque eso cuesta trabajo y significa tragarnos el orgullo.

Anhelamos que nuestro cuerpo  se acostumbre a los hábitos que tengamos (aunque no sean los mejores).

Que podamos comer todos los chocolates, frituras, panes, picantes y toda la vitamina T(Tacos, tostadas y tortas), sin que tenga consecuencias en nuestro nivel de azúcar, colesterol, triglicéridos y presión.

Que los demás tengan buenos trabajos porque en eso se gana bien y tienen beneficios sindicales poca madre. Aunque sea algo seguro, pero odioso.

Que él o ella tengan un camino igual o similar al mío sin ponernos a pensar qué es lo que realmente desean profesionalmente.

Tener abdomen de cuadritos y brazos tan fuertes como los de un tenista profesional, sin despegarnos de la computadora.

Ver Netflix, Roku y demás sistemas digitales de televisión para acabar nuestra serie que está buenísima, pero al mismo tiempo tener espacios y momentos para nuestros emprendimientos.

Que nos cobren menos en tal o cual servicio, porque somos bien buena onda y nos merecemos todo en la vida.

Que el negocio o lo que sea que estamos vendiendo salga siempre a nuestro favor.

El horario de sueño de nuestros hijos, a nuestro horario de descanso. Ah, y sin hacer ruido por favor.

Queremos, Anhelamos, Corregimos. Porque el mundo así está bien. Porque el mundo así debe estar bien. Como nosotros lo vemos. Como nosotros lo pensamos.

Lo que pasa es que no hemos aprendido que para recibir primero hay que dar.

La realidad va más allá de controlarlo todo. ¿Para qué hacerlo?

Y una vez que entendamos esto, podemos vivir sin controlarlo todo.

En paz.