sábado, 2 de septiembre de 2017

Tener hijos no es para todos

El ser padre o madre es una situación muy compleja, pero con muchas satisfacciones. 


Hay parejas que tienen hijos.

Otras que pueden tener hijos y no quieren.

Hay parejas que quieren tener hijos y no pueden.

Hay seres  cuyos hijos son sus mascotas.

Respiran a tu lado personas que viven solas con sus hijos.

Existe gente que tienen varios hijos con diferentes personas.

También personas que tuvieron hijos antes de lo que pensaban que llegaría a sus vidas.

Otras prefirieron dedicarse al servicio religioso, algún tipo de misión en la vida o cuidar de algún familiar en vez de considerar el tener hijos.

A final de cuentas hay muchas posibilidades sobre tener o no hijos.

Y si tienes hijos, lamento decirte querido lector que eso no te hace especial.

Tú ya eres especial por las habilidades que tienes.

Tengas hijos o no.

Tener hijos no es para todos. Tener la paciencia, las fuerzas, la economía...es algo que cuesta trabajo.Algo en tu interior se moverá constantemente en ti a partir del momento que seas padre o madre.

Eso no significa que tener hijos sea malo. Es maravilloso cómo alguien es sacado de su zona de confort por todo lo anterior. Pero lo olvidamos. Hasta de nosotros por tener hijos.

Preguntarle a una persona, a menos que sea un amigo o un familiar de muchísima confianza, cuándo va a tener hijos es una falta de respeto.

Porque no sabemos si perdieron un hijo, se están separando, no planean traer bebés al mundo, tienen deudas, quieren viajar por el mundo o están en una situación de riesgo. Las posibilidades son enormes.

Nuestros cánones para calificar a las personas tienen qué cambiar hacia las cosas que están haciendo, sus acciones. Tenga hijos o no. ¿No será que hace falta mirar hacia el espejo y preguntarnos quiénes somos y hacia dónde vamos en vez de voltear hacia abajo, ver el celular y cuestionar las acciones de los demás?

¿En qué momento nos tomamos la libertad de cuestionar cuándo las personas tendrían que tener hijos? O, ¿el momento en el cual tenerlos?

Lo que pasa es que no sabemos respetar al otro. Cuando empecemos a realizarlo, se generará una verdadera empatía con él o ella. A comprenderlos.

¿Seguiremos preguntándole a la gente cuando va a tener hijos?

Mejor cambiemos el chip. Y elevemos nuestros estándares ahora. Ya. Sin tener que buscar la aceptación social de cuándo van a tener hijos.