sábado, 27 de diciembre de 2008

Carlos Santana ya no es la gran cosa







De manera similar a la que Alejandro Lora interpreta a su “personaje” desde hace varias décadas, Carlos Santana con sus ropas raras y sus jaladas chamánicas, da más pena que admiración.

Mi animadversión por Santana y todo lo que le rodea surgió hace muchos años. Orgulloso yo que en aquel entonces un mexicano tocara la guitarra de forma tan virtuosa, que el país tuviera a uno de los pioneros en fusionar rock con ritmos latinos y que el mundo pudiera escuchar dos excelentes discos como lo son Santana (1969) y Abraxas (1970), terminé cayendo en una decepción. El músico que por años estuviera fuera de los reflectores, tocando con sus hermanos y siendo considerado un músico de culto, dio un giro a la inversa cuando apareció el disco Supernatural (1999). Este álbum le valió el más grande reconocimiento de su carrera, no por virtuosismo, o por originalidad e innovación. El disco lo entiendo yo como un parte aguas en la decadencia de la industria musical de los últimos diez años. Premiado con múltiples Grammys, llevándose los reconocimientos y la gloria, el nativo de Autlán, Jalisco nos hizo una gran tomadura de pelo al sacar una obra plagada de duetos con los artistas de moda de aquel entonces y perfectamente radiables (remember el dueto con Maná) teniendo un éxito inusitado. Al barbón de aditamentos en la cabeza le gustó el billete y repitió la jugada en Shaman (2002),Santana realizó una gran reinterpretación de su anterior disco. La trilogía del terror terminó con All That I Am, pero Santana continuó realizando basura.Dirán que exagero, pero entonces ¿Qué admiración puede causar en el público musical crítico el hacer duetos con gente de dudoso talento musical y sí oportunista como Jennifer López o Shakira?
Engañabobos, oportunista ridículo, pienso en él como un lamebotas de la industria disquera, que utiliza su imagen chamánica “new age”, para hacerse el interesante, aunque en el fondo, se cambie de religión como de ropa, sus solos en guitarra sean lo más aburridos del mundo y peligrosamente saca discos como si fueran un trámite para cobrar regalías ¿Dónde quedaron canciones como Jingo? ¿Dónde quedó la diversión en sus antes largos solos? Carlos Santana es uno de los músicos más paupérrimos y oportunistas de los últimos años, sus discos más recientes constituyen la prostitución de lo que alguna vez fue un gran músico y no son dignos de regalarlos ni a tu peor enemigo.

1 comentario:

Rocker World Citizen dijo...

Santana. Creo que lo conocí desde el mundo sin internet en algún concierto d elos que transmitia la estatal TELEVISION DE LA REPUBLICA MEXICANA (TRM) en 1980, ademas de ser alabado en SONIDO Y CONECTE. De hecho aun conservo y disfruto mucho el único disco que tengo de él con ZEBOP! que me manda a 1982 con "Im winning". Me lo volvi a topar en diciembre de 1985 con un hip pegajoso que si mal no recuerdo se llamaba "say again" y fue todo mi contacto con el jalisciense.
Asociaciones con Maná o el El Tri me parecieron chocantes y oportunistas.
Creo que como músico podría tener cierto encanto entre los amantes del jazz y el genero latino. La verdad aun disfruto "black magic woman". Pero bueno, todos tenemos un precio y creo que la marca "santana" pues se vendió a quien le convenia. Ya ves que hasta Calamaro graba con el farsante vendido a MTV latino Juanes. Y al decir vendido no me refiero al hecho simple de aparecer en dicha cadena, sino a dejar de ser quien eres y lo que te gusta hacer, para hacer lo que quiere, le gusta y le conviene al corporativo.
Salu2