viernes, 15 de diciembre de 2017

Cuando todo parece perdido



Cuando todo parece perdido el tiempo parece ser nuestro peor enemigo.

Significa resignarse en algo peor que la muerte.

Cuando todo parece perdido no hay dinero que alcance o si lo hay, no nos salva de lo que parece inevitable.

Cuando todo parece perdido sentimos que los esfuerzos se hacen en vano. El enfoque está perdido y no puedes concentrarte.

Cuando todo parece perdido la espiritualidad es algo que empezamos a cuestionarnos. Seguramente te has hecho las preguntas "¿Qué más quieres de mí, Dios?" "¿Qué hice para merecer esto?"

Algún sermón, meditar u orar parecen no tener el significado que antes sí tenían.

Cuando todo parece perdido, nos importa poco el ruido del mundo.No escuchamos a nada, ni a nadie.Las conversaciones vanas y las reuniones sociales nos hacen sentir más aislados que nunca.

Cuando todo parece perdido es difícil conciliar el sueño o tener la paciencia que lográbamos antes. Todo es una desgracia. Nos quejamos de lo malo que nos sucede.

Cuando todo parece perdido tal parece que vivimos con una nube negra encima de nosotros.¿No estaremos siendo víctimas de alguna maldición? ¿Alguien se puso en nuestra contra? Lo único que nos falta es que nos llueva caca encima. Si es que ya nos llovió y ni nos dimos cuenta.

El estado depresivo invade tu ser y se convierte en tu único amigo.

Hasta que llega el momento en que se apaga la mente. Concentrarse en otra cosa que nos haga ver la situación de una manera distinta.

Viene una idea y luego otra. Poco después, llega una más y varias. Desechas algunas e intentas que dos ideas se besen. Luego vas uniendo las piezas del rompecabezas y surge una explosión dentro de ti. Es necesario pasar a la acción. Podrás hacer una lista de 20 ideas diferentes. De situaciones que puedes lograr. Armas tu estrategia y si no funciona una, haces otra.

Luego piensas en probar más.Te das cuenta que hay más opciones frente a ti de las que creías.
Hasta que alguna de las ideas triunfa y contagia de color a otra idea.

De repente, miras al cielo y la nube negra que estaba sobre ti ya no lo está. Las malas ideas comienzan a desaparecer. Tu cuerpo regresó a su estado normal. Has empezado a creer de nuevo.
La vida tiene un nuevo significado.

La vida sigue.Y tú, también.

No todo está perdido (aunque a veces así lo parezca).

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