jueves, 6 de noviembre de 2008

Crónicas: Trabajos raros

Hace algún tiempo me postulé para un trabajo. En sí, era algo que parecía muy extraño y poco común: ver películas.


Se rumora que este era el entrevistador . No ha sido localizado.


Luego de ver el anuncio, marqué al teléfono. No había nadie en el lugar y sonó la contestadora: era una persona que pedía dejar tus datos. Yo, con desconfianza, dejé mi dirección de correo electrónico para que me localizaran.

Al día siguiente, abrí un correo donde recibía respuesta. Me daba nuevamente otro número y que le marcara. Debido a múltiples ocupaciones, no pude marcarle nuevamente sino hasta más tarde. Sonó el teléfono y contestó abobinación. Su voz se escuchaba diferente. Uno se imaginaría que era una persona como de 50 años y homosexual. A final de cuentas, eso poco importaba, el tipo, entonces comenzó a realizar una serie de afirmaciones y preguntas:
a verrr tu correoo ah ¿ya recibiiii tu currrrriculummm...?

Pregunta:¿cómo van los jóvenes gente vestidos al cine?

Yo dije: emmm, pues de pantalón de mezclilla, playera y... ¿tennis?

Abobinator mencionó: No, muy mal. Según las encuestas blbbaaalallalala.... van de pantalón de mezclilla o pescador, playera y chancletas (sandalias) de pata de gallo. Pero no importa, es tu percepción. ¿A qué horas puedes hacer una entrevista hoy antes de las 1 y media?

Yo: mmm ... ¿sólo son hoy las entrevistas?

Abobination: Si, sólo hoy, necesito urgentemente contratar a una persona. ¿Puedes venir a la dirección blablabla como a la 1 y media?

Yo: Ok. Pues, como a la 1 y media.

Posteriormente, acudí a la entrevista. Vi la dirección y las sospechas aumentaban. La dirección era en el centro de la ciudad. Me reí porque al ver la dirección ubiqué que era cercana a la estación de camiones del ADO, un rumbo conocido como decadente por sus numerosos hoteles de paso, algunos comercios de diferentes ámbitos y ser un centro de trabajo de sexoservidores y suripantas.

De entrada, me imaginaba que sería recibido por un travesti. El rumbo, como mencionaba, goza de una "mala fama" por el ejercicio de la prostitución que en esas calles se realiza. Afortunadamente era en la tarde, hora en que más que soportar miradas lujuriosas y albures de especímenes raros, uno tiene que sortear el tráfico y como cruzar la calle.

Después, llegué al lugar. Como toda casa del centro de Mérida, se notaba que el polvo había hecho su trabajo: la casa se veía más empolvada que un zapato luego de andar por zona arqueológica. Toqué la reja desde la calle (no había puerta cerrada, sino reja) y fue entonces cuando apareció el antes señalado abobination: era una suerte de gorila gordo de 35-40 años, nada curioso, más cercano a parecerse a King Kong que a Donkey Kong, todo peludo, grasiento y medio moreno, como pájaro zopilote. El fenómeno, abrió la puerta y con cierta repugnancia de estar yo frente a un OVNI surrado por satán, le estreché la mano más por educación que por otra cosa.

El albóndiga con pelos me pidió que me sentara al mismo tiempo que tenía prendida su computadora y contestaba una llamada al teléfono. Mientras tanto, el miedo que interiormente sentía, se conjuntaba con la la sospecha cada vez mayor. ¿Qué era exactamente ese lugar? ¿una oficina de recursos humanos de día y un putero transexual de noche? ¿realmente era una oficina y no era una especie de agencia recursohumanoide para robar personas, traficar con sus órganos y venderlos como partes usadas de automóvil? Frías o calientes, mis suposiciones me provocaban pis que me fuera a pasar algo feo.

El lugar daba pie a más impresiones malas: Aparte de empolvado, casi no habían cosas, no parecía que alguien viviese ahí y sólo el aborto obeso del chupacabras, ese que me había abierto la puerta estaba ahí, o al menos eso creía yo. Atrás, habían cortinas color café muy claro, pero lo suficientemente gruesas como para que no se observara lo que había detrás.

La papaya peluda me preguntó que si me quedaba alguna duda, mientras contestaba llamadas y revisaba curriculums de varias personas por internet. Yo seguía sorprendido y observando el sitio donde me ubicaba. La casa parecía no haber sido limpiada en al menos un lustro y el basurero estaba más atascado de porquerías que la casa del ecoloco. Bolsas de frituras, papeles bond e higiénico, refrescos y no sé que más que seguro complementaban la alimentación de ese accidente nuclear que tenía frente a mis ojos, incrédulo, pensaba que estaba en una película mala de ficción o de perdis, en un cortometraje universitario-estudiantil de horror.

En vivo, el experimento científico fallido buscó mi curriculum y yo horrorizado, seguía nervioso y sentado. Pensaba !vaya lugarcito que vine a parar! !terrible lugar que parece red de prostitución mala leche,seré levantado quedando marcado como res de rancho, que sería aquello ¿una red de empresarioextranjero para prostitución mal plan? ¿el precio que tenía que pagar por mi inocencia-idiotez que la vacante decía EXCLUSIVO VARONES?
El semi-Frankeinstein región 4 me explicaba que el trabajo consistía que era medio tiempo de 2 y cacho de la tarde hasta la noche, era ver películas (!gratis!) y sólo escribir una pequeña reseña u opinión sobre ellas. Pagaban un sueldo bastante atractivo, tendría acceso gratuito a dichos estrenos y numerosos beneficios como nachos, refrescos, dulces y demás alimentos híper nutritivos. "para quedar tan inflado como tú" pensaba mientras seguía con atención lo que me decía ese tamal-mal amarrado con patas.

En el momento, le expliqué que era muy apresurado tomar una decisión enseguida, le eché el rollo qué tal y cuál cosa, para que no quedara ninguna duda, o parafraseando a los "legendarios" gruperos mexicanos BRONCO, que no quede huella. Para colmo, y no sonando tan gay en persona, el grasiento entrevistador me dice: "te veo, como desconfiado, algo no te convence, dímelo. Mira yo aunque estudié derecho, también fui psicólogo laboral...y conozco a las personas. ¿algo no te quedo claro que no te convence?

En mis adentros, yo pensaba: !!Todo!! pinchhhh... mariscal de campo, excremento de belcebú, chinche en la cabeza, picachú mutante, ganado bobino sin bañar, gordo misógino (ya les explicaré porque), gemelo terrorífico de Winnie Pooh, diarrea azteca, botarga mal costurada de doctor simi, reclutador extraño de jóvenes cinéfilos engañados... que loco, o que imbécil de mi parte por seguir sentado ahí todavía.
Yo tratando de verme muy Juansinmiedo entonces comencé a cuestionar: ¿por qué sólo contrata a varones y no mujeres?
Respondió: ets queee manesjan muy mal, todas las que he contratado (el trabajo también consistía desde ir al cine con el abobinator), hee tenido problematsss con la vialidad cuando manejan... vaya pretexto estúpido del armatoste, ¿no?

Y continuó: Dale, acepta el trabajo, es más sólo contesta el test psicométrico que te voy a enviar y te contrato. Te lo digo porque me caístess bieenn, además veniste vestido como se te indicaba por teléfono.... (veeeerrrrddeeeee, ¿así o más tenebroooosoo el entrevistador?), e insistía el garfield de cuarta: ¿qué te causa desconfianza?

Ya cansado de la insistencia del abobination, preferí echarle el rollazo antes de confirmar que sí:
que lo pensaría y por allá y etc.... el monstruoso terminó aceptando más no creyendo del todo ni todo, pero me vale.

Tenga o no razón en mis suposiciones, por las razones escritas anteriormente, no acepté ese trabajo que parecía soñado, de hacer algo que a uno le gusta (un hobby), pero quién sabe. A lo mejor la persona no mentía y estaba diciéndome toda la verdad, aunque yo tampoco tenía la seguridad que aquella oferta laboral no era algo turbio u algo dañino (dañoniño) para mi. Así que, chamacos, ojo con los trabajos a los que se postulan.....

2 comentarios:

MANUEL ALEJANDRO ESCOFFIE dijo...

jajajajajajjajajajjjjjjjjjjjjjjjjjaaaaaaaaaaaaaaajjjjjjjaja

!No mames, esta buenisimo! ¿Todo eso te paso realmente?

beto basto dijo...

Sí.Todo lo que aparece en Crónicas son cosas anécdotas propias REALES. Más que buenísimo, fue algo tenebroso.