¿Qué paso en estos úlitmos diez años? ¿se les cayó el pelo y engordaron? ¿terminaron sus carrreras, se casaron y divorciaron?
Uff... es díficil pensar qué tan rápido ha pasado el tiempo. Parece ayer cuando salía a la calle a jugar fútbol los fines de semana y cuando el equipo al que le iba logró su último campeonato (ahora está en la División de Ascenso, snif). Del lado personal, conocí gente involvidable y gran parte de ella, jamás la volveré a ver. Gente nació y entró a mi vida. En cambio, se fueron amigos, personas, familiares, modas e ideologías en mí.
Fueron etapas de una vida que nadie sabe lo que nos depara y justamente, ese resulta uno de los aspectos que la hacen más interesante. Este año será fundamental en mi existencia. Hay posibilidades de que mi vida dé un giro enorme, que afortunadamente podría ser para bien. O todo seguiría igual. De mí dependerá. No sé cuántos lean esto, ninguno, 3 o los lectores que sean, y aunque no los conozca, les deseo lo mejor en la naciente década.
Ahora sí, la música...
Del 2000 al 20009 fue una década tibia y muy sosa musicalmente hablando. Posiblemente, la más pobre en los últimos 60 años. Fue una década donde en 10 años cambiaron las reglas de la industria musical. En el 2000, el pleito de artistas y disqueras con Napster, sólo fue el principio de una revolución en la música donde los oyentes terminaron ganando...parcialmente.
Digo parcialmente, porque pese a que llegamos a una época donde pudimos oír a artistas viejos cuyos discos al fin fueron escuchados gracias a la tecnología, la calidad perdió. En internet, por medio de blogs, foros, youtubes, winrar, por mencionar muchos de los múltiples programas y sitios que existieron. Por su parte, los músicos que emergieron en los últimos años no entregaron tan buenas cuentas. Si comparamos ésta con otras épocas, la aridez en la creatividad musical fue notable. Hubieron muchos artistas de calidad, más no trascendencia. Dirán que me estoy haciendo viejo, podrán acusarme de lo que sea, pero nadie me quita de la cabeza que las obras maestras de estos años apenas se pueden contar con los dedos de ambas manos.
Mucho de lo rescatable provino de artistas con muchos años y de antigua trayectoria. Por desgracia, gracias a la moda de los reencuentros tuvimos que chutarnos a cartuchos "quemados", que con aras de mantenerse en activo, sacaron giras, discos y videos, pero seamos sinceros, la mayoría de estos reencuentros en el rock apestan.
¿El rock adquiere respeto?
Una batalla que ganaron los rockeros fue la aceptación del rock. Hoy, ya no es tan común que la gente diga que esa música es del demonio, por el contrario, ciertos padres alientan a que sus hijos le entren con fervor a grupos como los Beatles, Pink Floyd o Metallica, por mencionar ejemplos muy obvios. Una muestra de ello también son los videojuegos. Ya existen Rock Band, las múltiples versiones de Guitar Hero y hasta DJ Hero. La fama del rock en la consolas ha satisfecho la necesidad de tocar para los que no sabemos tocar.
Podría hablar de mil cosas. No creo ser una autoridad en el rock, ni en la música. Lo único que sé es que este blog se mantuvo fiel apoyando a aquellos que valieron la pena y los que no lo valieron tanto. Disfruté cada momento musical importante. Se fueron muchos valiosos:
George Harrison (en el día de mi cumple)
, Les Paul, Jim Capaldi, Elliott Smith, Johnny Cash, Layne Stanley, John Lee Hooker, Joey Ramone, Dee Dee Ramone, Jonny Ramone, Ron Asheton, Wilson Pickett, Ibrahim Ferrer, Pappo, Jimmy Smith, Robert Palmer, entre otros más que la memoria olvida, pero su música estará con nosotros por siempre
(Upss, soné cursi).
Me tomé la tarea de hacer una pequeña lista de algunos de los artistas que valieron la pena. Obviamente la lista es increíblemente subjetiva, y cada quien tendrá a sus favoritos. Pero ahí van:
1. Jack White. Hizo lo que quiso, y ¡de qué manera! Primero encabezó una de las bandas más importantes de la década:
The White Stripes. También destacó en
The Raconteurs, un genial supergrupo con Bernard Benson y los integrantes de los Green Hornets. Además, para cerrar en gran forma la década, integró la batería en los no menos importantes
The Dead Weather. A través de su música, podemos entender claramente lo que fue esta década, una mezcla de muchas cosas: punk y garage revival, rock de guitarras y supergrupos,una imagen interesante...revivir el pasado para entender el presente.
2: The Flaming Lips: Díganme lo que quieran, sin embargo, mencionar que no te gusta Flaming Lips es como mencionar que detestas comer. Pasan décadas, artistas, álbumes, y los Flaming Lips siguen. Una de las instituciones del rock más activas, experimentales y por si fuera poco,
"Do You Realize?", es a mi gusto una de las canciones más bonitas de la década.
3. Beck: Tendré que decirlo...¡Beck es la neta! disco tras disco, rola tras rola, Beck es una mezcla de todo sin dejar de ser él mismo. Hace lo que quiere cuando quiere. Uno de los músicos americanos más talentosos de los últimos 20 años.
4. Gorilaz: Sin duda, uno de los grandes de la década. Gorilaz fue un éxito en un planeta donde las cosas virtuales no siempre terminan siendo un hit. No son la primera banda "virtual" de la historia, pero probablemente uno de los conceptos musicales más divertidos de todos los tiempos. Mezclaron hip-hop, punk, electrónica y muchos estilos más, sin volcarse hacia alguno. Confieso que el primer disco lo escuché hasta aburrirme aunque al oír el resto de su material lo entendí y me quedó muy claro su anárquica forma de ver la música: Luego de escuchar una parodia del punk con aplausos y sintetizadores, no me queda nada más que decir cosas positivas.
5
. Sigur Ros: ¿Han escuchado alguna vez el canto de las sirenas? ¿No? Qué bueno, porque yo tampoco, aunque cada vez que escuché a estos islandeses me imaginé que las tenía susurrando al lado mío. Deliciosamente tranquilos, pretenciosamente pinkfloydianos y altamente experimentales, los
"Rosa de la Victoria" son una banda noventera increíblemente rica y preciosa en imágenes y sonido.
A continuación, cinco sobrevalorados de la música en esta década:
1. The Killers: Desde la primera ocasión que los escuché, supe que había algo "raro". Aunado a esto, un excesivo halago por parte de los medios y una canción con partes peligrosamente similares a "Special K", de Placebo, en la afamada "Mr. Brightside". Fuera de rola que hicieron con Lou Reed y el cover de Joy Division, para mí no son nada del otro mundo.
2. Linkin Park: ¿Alguien se acuerda de ellos? ahh, sí, hace poco hicieron una rola para "Transformers: La Venganza de los Caídos". Linkin Park representó el nu metal que se puso de moda hace 10 años, con Korn, Limp Bizkit y bandas similares. Gritones como Evanescense y similares, estos tipos taparon mis oídos.
3.My Chemical Romance: Nunca comprendo qué tiene de grandioso un grupo que invirtió millones en promocionar en MySpace uno de los discos más sobrevalorados de la década (The Black Parade). My Chemical Romance es como el Panda gringo: aburren un chorro, se creen muy malotes, parecen metrosexuales, en cada rola uno puede detectar plagio tras plagio, de forma descarada y es más, ni su uniforme es original, ya lo usaban bandas británicas en los 60. Gran mercadotecnia para un grupo que intenta ocultar su poca valía, en una imagen "oscurita".
4.Fall Out Boy: Una banda increíblemente mala. Nunca entendí qué carajos tiene de grandiosa, porque tiene muchos fans. No propone nada nuevo, no prende, no tocan bien, no causan gran simpatía, ni siquiera se disfrazan, entonces...
5.Zoé y Babasónicos (empate): En el terreno latinoamericano, las mejores cosas se siguen haciendo bajo el subsuelo. El indie se llevó entre las patas lo poco que podría encontrarse en Zoé, una banda mexicana a la que muchos quieren ver como los nuevos Soda Estéreo o una especie de britpop en español, cuando nadie entiende qué rayos cantan y lo poco "escuchable", lo hacen con una güeva impresionante.
Lo mencioné en una ocasión, Babasónicos es un caso perdido. Lo que a principios de los noventa era una propuesta interesante de rock latinoamericano, se convirtió en una chafísima banda que nada más les faltó actuar en telenovelas (si es no lo han hecho) o promocionar un parque temático. Vamos, hasta Miranda!, poperos argentinos, ya tienen más creatividad que ellos. Si existe una entidad divina que imparte justicia, debería exterminar de una vez por todas a estos pseudoimitadores de los ángeles negros.
Mención honorífica (por malos): Tokyo Hotel. De estos mejor sin palabras.