martes, 8 de mayo de 2018

Cómo construir un pensamiento positivo en un mundo negativo

El pensamiento positivo no se construye de la noche a la mañana. 



Acéptalo, siempre algo te molestará.

No nos hagamos tontos. Por más que no esforcemos, meditemos, recemos, siempre hay algo que nos irritará.

Mi solución: dejar de concentrarnos en eso. Enfocar nuestra atención en cosas que no nos irriten.

¿Cómo hacerlo cuándo hay algo de afuera que nos afectará? ¿No sería lo mismo que ponernos a meditar e intentar un cambio en el mundo?

Sé que suena irreal, charado, demente. Fácil decirlo, difícil aplicarlo. Entiende algo. El mundo es como es. Con tu molestia o sin tu molestia. Con tu presencia o sin ella.

Siempre habrán cosas malas. Hace años, alguien me dijo algo que me movió en una situación complicada.
"Es que no quiero que sufras", me comentó cuando me vio desecho. Sin embargo, a partir de ahí, entendí que el dolor es parte de la vida.
En la persona espiritual o religiosa, el dolor es reconocido como parte de la creencia.  En lo que escribo esto, alguien ya se accidentó, una persona en el mundo ya se suicidió o piensa en hacerlo y alguien reaccionó de forma violenta frente a algo que no le gustaba.

Muchas cosas malas pasarán hoy, mañana y pasado. La única arma que podríamos tener es cambiarnos a nosotros mismos.

Apagar la mente y no hacer lo que todo el mundo hace para cambiar el mundo. Pero para cambiar el mundo primero hay que cambiarse a sí mismo.

Lo que pasa es que nos hace falta reconocer que estamos asustados por la vida. Porque no podemos controlar nada cuando queremos controlarlo todo. Que lo que nos enoja, nos domina. Y reconocer ese enojo es difícil.

¿Acaso no está enojado el señor que te sonó el claxón por la mañana?

No venimos al mundo con ese enojo. Es impuesto. Pero lo podemos remover.


No hay comentarios: