Antes de existir Café Tacuba o Botellita de Jerez, tocaron los Tepetatles. Apoyados en una nueva visión y apertura en la cultura mexicana sesentera que se extendía al cine y la literatura, surgió esta bizarra, extraña y auténtica banda kitsch. Casi de culto raro, Tepetatles tocaban algo de moda en su época, pero que hoy resulta tan sui generis que empieza a ser conocido, aunque sea de forma extremadamente pequeña.
No puedo ocultar la antipatía que me causan la mayor parte de las obras de Carlos Monsiváis, Alfonso Arau y José Luis Cuevas en sus respectivas disciplinas, aunque es inevitable reconocer lo graciosa y curiosa que resulta la agrupación que hoy menciono. Conformados por los ya citados Monsiváis, Arau y Cuevas más el músico Julián Bert y el siempre conocido “Chava” Flores, grabaron un disco que recibe por nombre “Arau-A-GO-GO”, en el cual predomina el rock and roll y el moderno (en aquel entonces) a-go-go.
En el disco en general, podemos escuchar en la mayoría de la rolas y la inconfundible voz del casi siempre pedante Cuevas se escucha a lo largo y ancho del álbum. Uno de los puntos culminantes del disco es la extrañísima “El peatón estaba muerto mientras el semáforo…”. Un título bizarro para una obra muy acorde al ambiente intelectual de la Zona Rosa de la Ciudad de México en aquel entonces. Disfrútenla con una sonrisa en el rostro, y una carcajada involuntaria.
Nota: El video no tiene ninguna relación con el grupo, sólo el audio es el de la canción de los Tepetatles.
lunes, 30 de marzo de 2009
viernes, 27 de marzo de 2009
Recuento de la semana:Entre escándalo y olvido
No sé ustedes, pero si estuvieron atentos a lo qué sucedió esta semana, habrán notado la importancia que se le dio en los medios mexicanos dos noticias francamente exagaeradas. La primera, fueron los comentarios de Manu Chao respecto a los comentarios que hizo en Guadalajara al referirse que en Atenco se practica "terrorismo de estado".
Muchas voces dicen que le apliquen el artículo 33 de la Constitución Mexicana, porque consideran que sus declaraciones son una intromisión a la política mexicana, algo penado por leyes mexicanas. En mi opinión a Chao sí le deberían aplicar la ley y expulsarlo del país...por ese pastiche que toca, al cual llama "música", y es detestable. Antes que este oportunista siga vociferando y creyéndose el "guardián" de los oprimidos, debería cuestionarse el por qué su talento musical ha ido en picada. Además, si mucho es su deseo de lograr un mundo mejor, que empiece por su natal Francia, donde no sé que piensen ustedes, pero según yo las injusticias, racismo, desempleo y descontento juvenil están ahí al orden del día.
¿Escucharon lo de Nery Castillo, jugador del tricolor? opacando la palabrería de Kenton, técnico de Costa Rica; la polémica por la reacción del jugador de fútbol ocupó demasiada atención junto con la de Manu Chao, por lo que a un día del juego contra los ticos, me reservaré mi opinión para una mejor ocasión donde no me esté ganando la bilis.
Por último, dicen que México es un país donde los mexicanos no tenemos memoria y ahora descubro que es muy cierta. En primera, hoy leí en el fondo del periódico y como una noticia perdida la exoneración definitiva del ex presidente Echeverría respecto al 68...entre tanto fútbol y música (temas de las cuales pienso que he abusado de escribir en este blog), no sé si lo hayan notado, pero esa es una tragedia histórica una segunda bofetada con guante blanco (la primera fue cuando los agentes de gobierno disfrazados de civiles atacaron a los estudiantes en pleno 2 de Octubre). Aunque dicen que es malo vivir del pasado, esa es uno de los hechos históricos, que nunca, jamás se olvidan.
Siguiendo con las noticias que nadie peló por estar hipnotizado el país con música, fútbol y la visita de conocida funcionaria estadounidense, ¿saben quién salió de la cárcel? otro vilipendado por la historia mexicana, José Antonio Zorrilla. Resulta que aunque la mayoría no esté familiarizado con él, es el que fue acusado de ser el actor intelectual del asesinato más sonado de un periodista en México, el de Manuel Buendía.
Por cierto, ¿qué fue del abogado de Kamel Nacif? si, Gabino Andrade, quien renunció a ser defensor del empresario extranjero, escribió un libro sobre su experiencia y poco tiempo después, fue levantado y nadie habla de él. Se manejó que tenía problemas con negocios y todo, que su cuerpo fue encontrado el 1 de diciembre del año pasado, etc. Pero hasta hoy, sigue desaparecido y en ningún medio he visto que hablen de él cuando tanto ruido se armó por lo que le sucedió en Cancún. ¿Seguirá con vida?
No se hagan de plano ¿tenemos o no memoria? ¿ya sabían alguna de estas noticias o se acordaban de alguna?
Muchas voces dicen que le apliquen el artículo 33 de la Constitución Mexicana, porque consideran que sus declaraciones son una intromisión a la política mexicana, algo penado por leyes mexicanas. En mi opinión a Chao sí le deberían aplicar la ley y expulsarlo del país...por ese pastiche que toca, al cual llama "música", y es detestable. Antes que este oportunista siga vociferando y creyéndose el "guardián" de los oprimidos, debería cuestionarse el por qué su talento musical ha ido en picada. Además, si mucho es su deseo de lograr un mundo mejor, que empiece por su natal Francia, donde no sé que piensen ustedes, pero según yo las injusticias, racismo, desempleo y descontento juvenil están ahí al orden del día.
¿Escucharon lo de Nery Castillo, jugador del tricolor? opacando la palabrería de Kenton, técnico de Costa Rica; la polémica por la reacción del jugador de fútbol ocupó demasiada atención junto con la de Manu Chao, por lo que a un día del juego contra los ticos, me reservaré mi opinión para una mejor ocasión donde no me esté ganando la bilis.
Por último, dicen que México es un país donde los mexicanos no tenemos memoria y ahora descubro que es muy cierta. En primera, hoy leí en el fondo del periódico y como una noticia perdida la exoneración definitiva del ex presidente Echeverría respecto al 68...entre tanto fútbol y música (temas de las cuales pienso que he abusado de escribir en este blog), no sé si lo hayan notado, pero esa es una tragedia histórica una segunda bofetada con guante blanco (la primera fue cuando los agentes de gobierno disfrazados de civiles atacaron a los estudiantes en pleno 2 de Octubre). Aunque dicen que es malo vivir del pasado, esa es uno de los hechos históricos, que nunca, jamás se olvidan.
Siguiendo con las noticias que nadie peló por estar hipnotizado el país con música, fútbol y la visita de conocida funcionaria estadounidense, ¿saben quién salió de la cárcel? otro vilipendado por la historia mexicana, José Antonio Zorrilla. Resulta que aunque la mayoría no esté familiarizado con él, es el que fue acusado de ser el actor intelectual del asesinato más sonado de un periodista en México, el de Manuel Buendía.
Por cierto, ¿qué fue del abogado de Kamel Nacif? si, Gabino Andrade, quien renunció a ser defensor del empresario extranjero, escribió un libro sobre su experiencia y poco tiempo después, fue levantado y nadie habla de él. Se manejó que tenía problemas con negocios y todo, que su cuerpo fue encontrado el 1 de diciembre del año pasado, etc. Pero hasta hoy, sigue desaparecido y en ningún medio he visto que hablen de él cuando tanto ruido se armó por lo que le sucedió en Cancún. ¿Seguirá con vida?
No se hagan de plano ¿tenemos o no memoria? ¿ya sabían alguna de estas noticias o se acordaban de alguna?
viernes, 20 de marzo de 2009
Los libros que he dejado de leer
En los medios de comunicación siempre se escucha o ve qué libros ha leído uno, como si fuera un concurso de belleza, resultando en una presunción tonta y de mal gusto. Mirando la otra cara de la moneda, ¿quién no recuerda los libros que uno ha dejado de leer? Aquellos que ya sea por pereza, falta de ganas, tiempo y circunstancias, uno mismo abandona su lectura para otra ocasión o en el peor de los casos, simplemente los deja para nunca volver a leerlos. He aquí algunos ejemplos de libros que el autor de este blog jamás terminó y las razones de su truncada finalización:
“Diario de un genio”, de Salvador Dalí. Nunca leí en una obra tanta vanidad, locura, egocentrismo mezcladas con aburrición. El increíble pintor español siempre quiso ser escritor pero en definitiva, esta actividad nunca se le dio. Leer a alguien tan centrado en su persona y fama como Dalí escribiendo su diario, es tan divertido como ver la programación de tu ventilador. No leí la mitad y lo devolví a la biblioteca. Un libro que muestra lo extraño que era (“de pequeño, quería ser cocinera...” narraba en uno de sus párrafos), o tal vez charlatanería propia (hay otra parte donde fantasea con las carnes de Hitler), definitivamente sólo vale la pena revisar su obra como pintor.
“El señor de las moscas” de William Golding. Una obra similar a la historia de “náufrago”, “la Isla de Gilliam” o la serie “Lost”, sin embargo la principal diferencia era que los individuos perdidos eran niños tratando de sobrevivir en una isla. No recuerdo porque lo dejé de leer, intenté retomarlo varias veces hasta que por una razón que no recuerdo, devolví el libro y busqué otro.
“La guerra de los mundos”, de H.G. Wells. Un clásico de la literatura de ciencia ficción. Sin embargo, lo tomé prestado para leerlo en unas vacaciones de pascua y aunado a otros libros que tenía en ese momento, aplacé su lectura durante un tiempo…hasta que lo devolví sin haber llegado a la mitad.
“Los versos satánicos”, de Salman Rushdie. Proveniente de uno de los escritores más polémicos y perseguidos por los musulmanes, asocio la lectura de “los versos…”, como un atentado a mi diversión.
Este mamotreto más largo que la muralla china, cuya lectura fue tortuosa, no llegué ni a sus tres cuartas partes. Terriblemente aburrido y excesivamente sobrevalorado, me hizo pensar que Rushdie sirve más como rockstar que como autor, como “figurita” de intelectuales engañabobos que como un autor que valga la pena leer, estrella de medios que se han dedicarlo a lamerle las botas. Rushdie es para mi gusto, uno de los mitos más grandes de la literatura contemporánea. ¿No habrá hecho brujería para obtener tal fama?
“El castillo”, de Franz Kafka. Pese a estar escrito por uno de mis autores favoritos de ficción, a este libro nunca le encontré pies o cabeza. Un par de ocasiones intenté leerlo sin éxito. Nada comparado con las obras maestras que el mismo escritor checo escribió.
“Diario de un genio”, de Salvador Dalí. Nunca leí en una obra tanta vanidad, locura, egocentrismo mezcladas con aburrición. El increíble pintor español siempre quiso ser escritor pero en definitiva, esta actividad nunca se le dio. Leer a alguien tan centrado en su persona y fama como Dalí escribiendo su diario, es tan divertido como ver la programación de tu ventilador. No leí la mitad y lo devolví a la biblioteca. Un libro que muestra lo extraño que era (“de pequeño, quería ser cocinera...” narraba en uno de sus párrafos), o tal vez charlatanería propia (hay otra parte donde fantasea con las carnes de Hitler), definitivamente sólo vale la pena revisar su obra como pintor.
“El señor de las moscas” de William Golding. Una obra similar a la historia de “náufrago”, “la Isla de Gilliam” o la serie “Lost”, sin embargo la principal diferencia era que los individuos perdidos eran niños tratando de sobrevivir en una isla. No recuerdo porque lo dejé de leer, intenté retomarlo varias veces hasta que por una razón que no recuerdo, devolví el libro y busqué otro.
“La guerra de los mundos”, de H.G. Wells. Un clásico de la literatura de ciencia ficción. Sin embargo, lo tomé prestado para leerlo en unas vacaciones de pascua y aunado a otros libros que tenía en ese momento, aplacé su lectura durante un tiempo…hasta que lo devolví sin haber llegado a la mitad.
“Los versos satánicos”, de Salman Rushdie. Proveniente de uno de los escritores más polémicos y perseguidos por los musulmanes, asocio la lectura de “los versos…”, como un atentado a mi diversión.
Este mamotreto más largo que la muralla china, cuya lectura fue tortuosa, no llegué ni a sus tres cuartas partes. Terriblemente aburrido y excesivamente sobrevalorado, me hizo pensar que Rushdie sirve más como rockstar que como autor, como “figurita” de intelectuales engañabobos que como un autor que valga la pena leer, estrella de medios que se han dedicarlo a lamerle las botas. Rushdie es para mi gusto, uno de los mitos más grandes de la literatura contemporánea. ¿No habrá hecho brujería para obtener tal fama?
“El castillo”, de Franz Kafka. Pese a estar escrito por uno de mis autores favoritos de ficción, a este libro nunca le encontré pies o cabeza. Un par de ocasiones intenté leerlo sin éxito. Nada comparado con las obras maestras que el mismo escritor checo escribió.
sábado, 14 de marzo de 2009
¿Por qué el Cruz Azul no gana campeonatos?
Actuales bi subcampeones del fútbol mexicano, nunca he entendido porque la famosa “máquina” tiene tantos aficionados.
Condenados a jugar bien, avanzar a liguillas pero nunca conseguir campeonatos, el equipo cementero es un gran reflejo de lo que es nuestro fútbol: mucho espectáculo, faramalla, pero pocos triunfos. Viviendo de glorias pasadas como suelen hacerlo algunos equipos del soccer azteca, los cementeros tienen un solo título de liga en los últimos 30 años.
Atrás quedó la época “dorada” del equipo en los setenta, cuando arrasaban con muchos títulos y la afición crecía como la espuma, llegando a ser considerados como “la máquina”.
Ahora, al igual que el América, dicho equipo se ha convertido en una mentira para si mismo y sus aficionados. Por décadas han tenido grandes contrataciones, la mayoría de argentinos y de jugadores que tienen buen nivel o elementos que llegaron a la selección mexicana pero con resultados para morirse. Entonces, ¿qué les hace falta?
Sin ser un completo experto, mago, pero si un simple aficionado de las estadísticas del balompié, considero que Cruz Azul ejemplifica lo que es el cáncer deportivo y político mexicano, las decisiones de los hombres de pantalón largo.
Con los directivos y hermanos Alvarez como sanguijuelas que se han “chupado” a todo el equipo, nada se ha logrado. Les han extraído toda la sangre y el sudor de aquellos que aman a su equipo como a su jefecita, que son capaces de gastar lo que fuera como contratar sky o pagar los insultantes precios de los revendedores, de poder estar cerca de sus triunfos y sus campeonatos.
¿Pruebas? No necesitamos muchas. La cicatriz de hace un lustro parecía haber sanado. Esa de aquel mes de marzo de 2003, cuando la directiva despidió a todos sus jugadores titulares y decidió prescindir de los servicios de Mario Carrillo, el entonces técnico azul. Si todo esto había pasado, qué jugarreta más podría sucederle.
Tiempo después, el equipo es eliminado de una temporada en la liga, por alineación indebida de un futbolista que reincidió en el dopaje. Los directivos eran conscientes y decidieron alinearlo. Sólo faltó que los dirigentes fueran a la casa de los aficionados para escupirles en la cara. ¡Creo que eso ya lo hicieron! ¿Qué nueva e insultante historia darán los cabecillas de la gerencia cruzazulina?
¡Pásele señores a ver el espectáculo de humillación a uno de los equipos tradicionales del fútbol mexicano! ¡Observe como tiran aficionados al agua, lucran con el deseo de los fanáticos y hace trizas el palmarés de una de las instituciones futbolísticas más queridas de nuestro país…!
¿Cuándo y cuánto aguantarán los seguidores del club las ineptitudes de unos cuantos?
P.D.: Conste que el ejemplo de esta escuadra tal vez podría repetirse de forma similar en las otras 17 organizaciones que compiten en primera división.
Condenados a jugar bien, avanzar a liguillas pero nunca conseguir campeonatos, el equipo cementero es un gran reflejo de lo que es nuestro fútbol: mucho espectáculo, faramalla, pero pocos triunfos. Viviendo de glorias pasadas como suelen hacerlo algunos equipos del soccer azteca, los cementeros tienen un solo título de liga en los últimos 30 años.
Atrás quedó la época “dorada” del equipo en los setenta, cuando arrasaban con muchos títulos y la afición crecía como la espuma, llegando a ser considerados como “la máquina”.
Ahora, al igual que el América, dicho equipo se ha convertido en una mentira para si mismo y sus aficionados. Por décadas han tenido grandes contrataciones, la mayoría de argentinos y de jugadores que tienen buen nivel o elementos que llegaron a la selección mexicana pero con resultados para morirse. Entonces, ¿qué les hace falta?
Sin ser un completo experto, mago, pero si un simple aficionado de las estadísticas del balompié, considero que Cruz Azul ejemplifica lo que es el cáncer deportivo y político mexicano, las decisiones de los hombres de pantalón largo.
Con los directivos y hermanos Alvarez como sanguijuelas que se han “chupado” a todo el equipo, nada se ha logrado. Les han extraído toda la sangre y el sudor de aquellos que aman a su equipo como a su jefecita, que son capaces de gastar lo que fuera como contratar sky o pagar los insultantes precios de los revendedores, de poder estar cerca de sus triunfos y sus campeonatos.
¿Pruebas? No necesitamos muchas. La cicatriz de hace un lustro parecía haber sanado. Esa de aquel mes de marzo de 2003, cuando la directiva despidió a todos sus jugadores titulares y decidió prescindir de los servicios de Mario Carrillo, el entonces técnico azul. Si todo esto había pasado, qué jugarreta más podría sucederle.
Tiempo después, el equipo es eliminado de una temporada en la liga, por alineación indebida de un futbolista que reincidió en el dopaje. Los directivos eran conscientes y decidieron alinearlo. Sólo faltó que los dirigentes fueran a la casa de los aficionados para escupirles en la cara. ¡Creo que eso ya lo hicieron! ¿Qué nueva e insultante historia darán los cabecillas de la gerencia cruzazulina?
¡Pásele señores a ver el espectáculo de humillación a uno de los equipos tradicionales del fútbol mexicano! ¡Observe como tiran aficionados al agua, lucran con el deseo de los fanáticos y hace trizas el palmarés de una de las instituciones futbolísticas más queridas de nuestro país…!
¿Cuándo y cuánto aguantarán los seguidores del club las ineptitudes de unos cuantos?
P.D.: Conste que el ejemplo de esta escuadra tal vez podría repetirse de forma similar en las otras 17 organizaciones que compiten en primera división.
lunes, 9 de marzo de 2009
Canciones de rock olvidadas por el tiempo: “Viva zapata”
Una de las bandas mexicanas más injustamente olvidadas por el tiempo (un momento ¡ya he escrito esto antes! ¿no?), es Los Locos. La agrupación setentera es una sobreviviente de la primera ola del rock mexicano que había empezado a finales de los cincuenta. Formada con restos de lo que alguna vez fueron Los Locos del Ritmo, ya sin el fallecido cantante Tony Villa y con la adición del legendario guitarrista yucateco Mike Manzur, retomaron la fórmula que muchas bandas mexicanas solían aplicar en dicha época: cantar en inglés.
Dicen los que saben que aquella década se volvería difícil para el quehacer roqueril. Confinados a lugares con mala acústica, inmobiliario y seguridad, muchos de los músicos de entonces terminaban cediendo a los ritmos en boga como la música tropical (un ejemplo es este), carecían de difusión, ya no hablemos de aceptación por el gran público.
Empezaba una época muy difícil para el que realmente quería hacer otro tipo de música en suelo azteca. Los medios del país, censurables y controlados, dejaban atrás el rock cediendo su atención a cantantes romántico-cursis que muchos de sus padres seguramente escuchaban en su juventud. Sin embargo, esto último será motivo de otro post.
Ya regresando al grupo del cual hablaba antes de “perderme” en líneas atrás, les diré que la vida musical de la banda termina cuando el baterista Rafael Acosta se le ocurre formar otro concepto. Con nuevas ideas y una noción completamente diferentes, forman Mr. Loco, otra organización musical mexicana olvidada por el tiempo.
Como aficionado pienso que los solos que se avienta el “Mike” Manzur en “Viva Zapata” son buenos y la canción fluye divertida, tal como la esencia del rock es. Entonces, no era tan fácil grabar discos hoy en día y mucho menos de los efectos que brinda la tecnología moderna. Por su parte, Locos del Ritmo siguen dando esporádicamente algunos conciertos en vivo, en radio y televisión.
¿Viva la psicodelia?
Dicen los que saben que aquella década se volvería difícil para el quehacer roqueril. Confinados a lugares con mala acústica, inmobiliario y seguridad, muchos de los músicos de entonces terminaban cediendo a los ritmos en boga como la música tropical (un ejemplo es este), carecían de difusión, ya no hablemos de aceptación por el gran público.
Empezaba una época muy difícil para el que realmente quería hacer otro tipo de música en suelo azteca. Los medios del país, censurables y controlados, dejaban atrás el rock cediendo su atención a cantantes romántico-cursis que muchos de sus padres seguramente escuchaban en su juventud. Sin embargo, esto último será motivo de otro post.
Ya regresando al grupo del cual hablaba antes de “perderme” en líneas atrás, les diré que la vida musical de la banda termina cuando el baterista Rafael Acosta se le ocurre formar otro concepto. Con nuevas ideas y una noción completamente diferentes, forman Mr. Loco, otra organización musical mexicana olvidada por el tiempo.
Como aficionado pienso que los solos que se avienta el “Mike” Manzur en “Viva Zapata” son buenos y la canción fluye divertida, tal como la esencia del rock es. Entonces, no era tan fácil grabar discos hoy en día y mucho menos de los efectos que brinda la tecnología moderna. Por su parte, Locos del Ritmo siguen dando esporádicamente algunos conciertos en vivo, en radio y televisión.
¿Viva la psicodelia?
martes, 3 de marzo de 2009
Los Fracasos del fútbol mexicano XIX Parte
Fracaso 52: Olímpicos 2008, ¿el fin de una era de fracasos?
Había una vez un jovencito de grandes cualidades futbolísticas que tuvo que superar muchas adversidades para convertirse en una gran figura del balompié mexicano y mundial. Después de su retiro, quiso ser entrenador o creyó serlo, haciendo bicampeón a los Pumas UNAM y usando como trampolín al golpeado Necaxa para llegar a ser director técnico de la selección mexicana. Entonces, tras pasar varios tragos amargos, colmar la paciencia de todo México y decir todas las estupideces que suele declarar, el individuo mexicano con acento español no asume su responsabilidad. En momentos clave, pierde, y como es su costumbre su ego sigue intacto. Hasta que en una primavera, se escribe otro de los capítulos más tristes de cualquier selección nacional de fútbol azteca. El “macho”, como suelen llamarle algunos, decide entrenar a una selección poco acoplada, con jugadores demasiado crecidos y con aficionados dispuestos a ver al “tri” en el soccer de los Juegos olímpicos de Beijing 2008. Dicha selección empataría con Canadá 1-1, perdería con la casi siempre débil Guatemala por 1-2 y golearía 5-1 a Haití en un histórico partido de risa, siendo el más dramático del fútbol mexicano en los últimos años.
Los siempre metrosexuales Santiago Fernández, Guillermo Ochoa, Enrique Esqueda y Luis Landín volverían a morder el polvo con la selección, una vez más, errando en momentos clave y demostrando que juegan a un nivel pobrísimo que siempre me ha hecho pensar que no son dignos de una selección fuerte, aunque viendo los últimos resultados de la selección, a la de México no la vislumbro como una escuadra competidora.
¿Dónde estaban los “niños héroes” o “jóvenes titanes”, antiguos campeones sub-17 de hace no mucho? ¿Dónde estaba la capacidad de Hugo Sánchez para hacer de la selección mexicana campeona del mundo en alguna categoría?
Los fracasos del fútbol mexicano, como mencioné en alguna ocasión, son el reflejo de esta nación. Este es México, visto desde sus entrañas, a través del pesimismo deportivo nacional.
Había una vez un jovencito de grandes cualidades futbolísticas que tuvo que superar muchas adversidades para convertirse en una gran figura del balompié mexicano y mundial. Después de su retiro, quiso ser entrenador o creyó serlo, haciendo bicampeón a los Pumas UNAM y usando como trampolín al golpeado Necaxa para llegar a ser director técnico de la selección mexicana. Entonces, tras pasar varios tragos amargos, colmar la paciencia de todo México y decir todas las estupideces que suele declarar, el individuo mexicano con acento español no asume su responsabilidad. En momentos clave, pierde, y como es su costumbre su ego sigue intacto. Hasta que en una primavera, se escribe otro de los capítulos más tristes de cualquier selección nacional de fútbol azteca. El “macho”, como suelen llamarle algunos, decide entrenar a una selección poco acoplada, con jugadores demasiado crecidos y con aficionados dispuestos a ver al “tri” en el soccer de los Juegos olímpicos de Beijing 2008. Dicha selección empataría con Canadá 1-1, perdería con la casi siempre débil Guatemala por 1-2 y golearía 5-1 a Haití en un histórico partido de risa, siendo el más dramático del fútbol mexicano en los últimos años.
Los siempre metrosexuales Santiago Fernández, Guillermo Ochoa, Enrique Esqueda y Luis Landín volverían a morder el polvo con la selección, una vez más, errando en momentos clave y demostrando que juegan a un nivel pobrísimo que siempre me ha hecho pensar que no son dignos de una selección fuerte, aunque viendo los últimos resultados de la selección, a la de México no la vislumbro como una escuadra competidora.
¿Dónde estaban los “niños héroes” o “jóvenes titanes”, antiguos campeones sub-17 de hace no mucho? ¿Dónde estaba la capacidad de Hugo Sánchez para hacer de la selección mexicana campeona del mundo en alguna categoría?
Los fracasos del fútbol mexicano, como mencioné en alguna ocasión, son el reflejo de esta nación. Este es México, visto desde sus entrañas, a través del pesimismo deportivo nacional.
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