Nunca he entendido cual es lo grandioso de las corridas de toros. Me parecen aburridas, sádicas y sangrientas. Tampoco comprendo porque algunos consideran la famosa “corrida” un deporte. Peor me parece que ahora se les enseñe a los niños a asesinar toros. La cuestión no es defender a los animales, los cuales a final de cuentas son alimentos de millones de personas carnívoras, sino que siempre me ha parecido el “toreo” algo estúpido. También de cierta manera creo que la famosa “pamplonada” es algo idiota. Aunque sea para preservar las tradiciones, correr para que no te alcance un toro es digno de un buey. Pero al referirme a un buey, me refiero a la persona que corre con el ganado tras de si. Tal vez la mayoría de los deportes que involucran ganado son idiotas, a excepción de la caballería, equitación y equinoterapia, siendo esta última una terapia más que un deporte. Además, si el deporte es universal, ¿Qué interés causa fuera de México, España, Portugal y Colombia la práctica del toreo? Ninguna.
Eso explicaría porque el único deporte que es típicamente mexicano (la charrería) es donde México no tiene fracasos, debido a que en el resto del mundo, a poca gente le interesa…o no me digan que han visto a un vaquero o a un matador de toros japonés, por ejemplo.
sábado, 28 de junio de 2008
viernes, 20 de junio de 2008
Los grandes y pequeños fracasos del fútbol mexicano IX parte
¿Fracaso 22?: Juegos Panamericanos Caracas 1983
En un corto torneo Panamericano, México perdía ante Brasil por 1-0 y ganaba a la selección Argentina por 2-0. Sin ser realmente una mala actuación, México quedaba fuera de las medallas en el torneo de fútbol en Caracas 1983.
Fracaso 23: Mundial México 1983 para menores de 20 años.
La participación de México en este tipo de torneos se hacía habitual y los resultados también. Mario Velarde, entonces director técnico de los juveniles mexicanos, veía como su selección cometía el ridículo de local y con derrotas frente a Escocia por 1-0, y ante Corea por 2-1, México tiraba la toalla antes de terminar la competencia, conformándose con un pobre empate 1-1 ante Australia, despidiéndose tristemente de un torneo que ni el apoyo de los aficionados mexicanos salvó a México de cometer un papelón por no tener un nivel competitivo suficiente en el mundial. Era la época plena de los fracasos futbolísticos a los que México empezaba a acostumbrarse.
Fracaso 24: Preolímpicos 1984:
Celebrados en 1983, los preolímpicos representaban uno de los fracasos mexicanos en el ya inflado fútbol mexicano. Se empezó empatando a 0 con Canadá y ganándole por 2-1, pero en el partido definitivo, México caía por 2-0 ante los canadienses y bye, bye olímpicos en Los Angeles, la selección olímpica quedaba fuera una vez más.
Fuente: INVESTIGACIÓN PROPIA
Nota: Usted es libre de distribuir o copiar la información siempre y cuando se cite la fuente. El autor de este blog espera que le sea de utilidad. Gracias.
En un corto torneo Panamericano, México perdía ante Brasil por 1-0 y ganaba a la selección Argentina por 2-0. Sin ser realmente una mala actuación, México quedaba fuera de las medallas en el torneo de fútbol en Caracas 1983.
Fracaso 23: Mundial México 1983 para menores de 20 años.
La participación de México en este tipo de torneos se hacía habitual y los resultados también. Mario Velarde, entonces director técnico de los juveniles mexicanos, veía como su selección cometía el ridículo de local y con derrotas frente a Escocia por 1-0, y ante Corea por 2-1, México tiraba la toalla antes de terminar la competencia, conformándose con un pobre empate 1-1 ante Australia, despidiéndose tristemente de un torneo que ni el apoyo de los aficionados mexicanos salvó a México de cometer un papelón por no tener un nivel competitivo suficiente en el mundial. Era la época plena de los fracasos futbolísticos a los que México empezaba a acostumbrarse.
Fracaso 24: Preolímpicos 1984:
Celebrados en 1983, los preolímpicos representaban uno de los fracasos mexicanos en el ya inflado fútbol mexicano. Se empezó empatando a 0 con Canadá y ganándole por 2-1, pero en el partido definitivo, México caía por 2-0 ante los canadienses y bye, bye olímpicos en Los Angeles, la selección olímpica quedaba fuera una vez más.
Fuente: INVESTIGACIÓN PROPIA
Nota: Usted es libre de distribuir o copiar la información siempre y cuando se cite la fuente. El autor de este blog espera que le sea de utilidad. Gracias.
martes, 17 de junio de 2008
Las películas jamás terminadas: Mata Hari de David Carradine
Uno de los héroes televisivos más identificables de todos los tiempos es David Carradine. Para quien no les "suene" este nombre, Carradine goza de amplia fama en el mundo entero por la exitosísima serie Kung Fu (1972-1975), la cual narraba las peripecias del mundo shaolin y cuyo fin era encontrar a su hermano y huir de las autoridades chinas. Encasillado en trabajos sobre artes marciales, este actor estadounidense poco a poco se fue introduciendo en el exótico mundo del kung fu, que lo llevaría hacia otros trabajos como en Kung Fu: la leyenda continúa y las clásicas Kill Bill I y II.
Curiosamente, David Carradine es uno de esos actores que demuestran particular interés por dirigir películas. Él, lleva 34 años intentando terminar la película que más tiempo lleva filmándose en el mundo, sin terminar: la biopic sobre la ex espía rusa Mata Hari. Parte de ello, radica que la protagonista es su hija, Calista Carradine, quien empezó actuando en el filme cuando tenía 3 años y ahora, cercana a los 40, su padre no ha terminado de filmar la película.
Curiosamente, David Carradine es uno de esos actores que demuestran particular interés por dirigir películas. Él, lleva 34 años intentando terminar la película que más tiempo lleva filmándose en el mundo, sin terminar: la biopic sobre la ex espía rusa Mata Hari. Parte de ello, radica que la protagonista es su hija, Calista Carradine, quien empezó actuando en el filme cuando tenía 3 años y ahora, cercana a los 40, su padre no ha terminado de filmar la película.
viernes, 13 de junio de 2008
"Institutionalized", la agresión californiana de Suicidal Tendencies
La década de los 80 siempre ha tenido un encanto particular. El rock nunca fue la excepción, especialmente cuando el género se dividió en varios, entre los que se incluyen el punk y sus subgéneros, el dark, el new wave, el heavy metal y sus divsiones y la amplia amalgama de estilos que se incluyen dentro del rock alternativo. Es en este contexto cuando surge el californiano, heavy y semi pionero del hardcore, Suicidal Tendencies. Un crossover entre varios géneros da como origen a esta americana banda.
Olvidados y relegados de las listas de popularidad, de los grandes medios, el poder de Suicidal Tendencies ha sido subterráneo y limitado entre los fans conocedores de punk duro. Aún así, su furia a adornado sonoramente a varios videojuegos como Tony Hawk o Guitar Hero II.
A continuación, uno de sus mejores temas, la mayoría algo olvidados como el resto de las canciones de los Tendencies, llega "Institutionalized" , una violentísima canción de 1983, que cuenta con riffs muy rápidos , lentos combinándose con palabrería que para sin cesar y va al mismo ritmo de la canción. Institutionalized es una de las canciones que definieron el rumbo de la música hardcore. Por cierto, esta rola me recuerda a la adolescencia, época en la que descubrí este tema.
Olvidados y relegados de las listas de popularidad, de los grandes medios, el poder de Suicidal Tendencies ha sido subterráneo y limitado entre los fans conocedores de punk duro. Aún así, su furia a adornado sonoramente a varios videojuegos como Tony Hawk o Guitar Hero II.
A continuación, uno de sus mejores temas, la mayoría algo olvidados como el resto de las canciones de los Tendencies, llega "Institutionalized" , una violentísima canción de 1983, que cuenta con riffs muy rápidos , lentos combinándose con palabrería que para sin cesar y va al mismo ritmo de la canción. Institutionalized es una de las canciones que definieron el rumbo de la música hardcore. Por cierto, esta rola me recuerda a la adolescencia, época en la que descubrí este tema.
lunes, 9 de junio de 2008
Crónicas: Piromaníacos
A los lectores de este blog, les informo que no se les olvide votar en la encuesta que aparece en el lado derecho del sitio.
Observando ayer la calle de mi casa, me acordaba de un suceso a principios de la década. Si mi memoria no me falla, era en el 2001, año en el que apenas era un adolescente.
Todo sucedió en un terreno que estaba a unos cuantos metros, casi frente a mi casa. El lugar tenía años, desde que vivo, de estar abandonado. El punto es que la época eran vacaciones de primavera, en marzo, justo antes de la “semana santa”. Como era costumbre en aquel entonces, mis cuates de la colonia y yo solíamos vagar y buscar diferentes formas de perder el tiempo. Entre una de esas ocasiones, un amigo vio unas hojas de un árbol que solo caen en la estación de primavera (no me pregunten como se llaman, porque no tengo idea). En una de esas, saca su encendedor creyéndose mucho.
-“estas hojas se encienden chido”- decía mi cuate mientras sostenía una hoja en una mano y en la otra el fósforo. Empezó a quemarlas todas a su paso y efectivamente, se desvanecían al instante y como el señalaba, chido.
Después de ello, no recuerdo bien que hicimos, el hecho es que dejamos de incendiarlas. Arrastradas por el viento, las hojas caían del árbol y nosotros observábamos tranquilamente como el compañero procedía a encenderlas. Al caer la noche, me fui a mi casa y pasaron algunas horas, hasta que observo por la ventana lo que sucede: medio terreno se estaba incendiando, con hojas y hierba destruida. Salieron los vecinos, cuyas casas estaban aledañas al lugar. También estaban los bomberos y uno que otro ciudadano curioso que acontecía lo ocurrido. Tras larga batalla, los bomberos apagaron los varios ¡metros! de altura que las llamas habían alcanzado. Yo con una enorme carcajada preferí no salir. Al día siguiente, salía de viaje. Antes de irme, tuve que pasar a comprar algo a un lugar cercano y tuve que pasar a pie. Regresaba tranquilamente a mi casa hasta que me habla el “maestro”. Este señor, se le conoce así porque repara de todo y vive precisamente en la casa de la esquina. El señor, un gordo medio moreno cuyo nombre desconozco hasta la fecha, empezó a echarme un sermón de buenos modales. Tuve que chutarme su sermón y todo porque nos vio incendiando tales cosas, aunque juró que no le diría nada a don Joaquín, un señor que supuestamente era el dueño de aquel terreno y al cual el “maestro” (nada que ver con el producto limpiador) conocía.
El terreno, actualmente funciona mitad oficinas, mitad bodega pero casi no se usan. Al maestro casi no lo veo. De lo que me acuerdo es que su hija le había echado el ojo a mi hermano, quien nunca sucumbió a los “encantos” (prácticamente nulos) de la hija del “maestro” sermoneador.
Observando ayer la calle de mi casa, me acordaba de un suceso a principios de la década. Si mi memoria no me falla, era en el 2001, año en el que apenas era un adolescente.
Todo sucedió en un terreno que estaba a unos cuantos metros, casi frente a mi casa. El lugar tenía años, desde que vivo, de estar abandonado. El punto es que la época eran vacaciones de primavera, en marzo, justo antes de la “semana santa”. Como era costumbre en aquel entonces, mis cuates de la colonia y yo solíamos vagar y buscar diferentes formas de perder el tiempo. Entre una de esas ocasiones, un amigo vio unas hojas de un árbol que solo caen en la estación de primavera (no me pregunten como se llaman, porque no tengo idea). En una de esas, saca su encendedor creyéndose mucho.
-“estas hojas se encienden chido”- decía mi cuate mientras sostenía una hoja en una mano y en la otra el fósforo. Empezó a quemarlas todas a su paso y efectivamente, se desvanecían al instante y como el señalaba, chido.
Después de ello, no recuerdo bien que hicimos, el hecho es que dejamos de incendiarlas. Arrastradas por el viento, las hojas caían del árbol y nosotros observábamos tranquilamente como el compañero procedía a encenderlas. Al caer la noche, me fui a mi casa y pasaron algunas horas, hasta que observo por la ventana lo que sucede: medio terreno se estaba incendiando, con hojas y hierba destruida. Salieron los vecinos, cuyas casas estaban aledañas al lugar. También estaban los bomberos y uno que otro ciudadano curioso que acontecía lo ocurrido. Tras larga batalla, los bomberos apagaron los varios ¡metros! de altura que las llamas habían alcanzado. Yo con una enorme carcajada preferí no salir. Al día siguiente, salía de viaje. Antes de irme, tuve que pasar a comprar algo a un lugar cercano y tuve que pasar a pie. Regresaba tranquilamente a mi casa hasta que me habla el “maestro”. Este señor, se le conoce así porque repara de todo y vive precisamente en la casa de la esquina. El señor, un gordo medio moreno cuyo nombre desconozco hasta la fecha, empezó a echarme un sermón de buenos modales. Tuve que chutarme su sermón y todo porque nos vio incendiando tales cosas, aunque juró que no le diría nada a don Joaquín, un señor que supuestamente era el dueño de aquel terreno y al cual el “maestro” (nada que ver con el producto limpiador) conocía.
El terreno, actualmente funciona mitad oficinas, mitad bodega pero casi no se usan. Al maestro casi no lo veo. De lo que me acuerdo es que su hija le había echado el ojo a mi hermano, quien nunca sucumbió a los “encantos” (prácticamente nulos) de la hija del “maestro” sermoneador.
domingo, 8 de junio de 2008
El arte de José Luis Cuevas,¿vale la pena?
A veces, pienso que este blog se está convirtiendo en lo que no quería: en un sitio lleno de víscera y descarga contra varias cosas que no soporto o las cuales critico mucho. Pero basta de speech, tenga 0 o 100 lectores esto se mantiene a base de dos cosas: entretenimiento y libertad.
Hace tiempo, llegó a Mérida una exposición de un señor mexicano inconfundible por su feo bigote, horrible arrogancia y siempre portando un brazalete de cuero en el brazo derecho. El señor, quien adquirió fama cuando siendo muy joven en los 50, pertenece a la llamada “generación de la ruptura”, es un sobrevalorado. El nombre, “generación de la ruptura” es una de esas etiquetas cacareadas por fans y villamelones que adoran la obra de José Luis Cuevas. Llamado “Enfant terrible”, etiqueta que al parecer el adora, por su manifiesta ideología en contra de los muralistas de aquella época y su carga política. Después, monta su basura llamada “mural efímero”, un esperpento que ubica en la bautizada según algunos “zona rosa” por él mismo. Sus temas, la prostituta, el pordiosero, el loco y el enfermo. Temas que sigue repitiendo.
Tal vez lo único rescatable de Cuevas sea el estar en contra de el arte de escuela y ofrecer algo distinto a lo que ofrecían los muralistas mexicanos de ideas socialistas. Sin embargo, eso no lo exime de haber pertenecido a la mafia cultural mexicana que depredaba todos los espacios culturales disponibles en la república mexicana, y a su obra, de ser algo cuyo valor es mayor del que debería tener. Pero, ¿quién es uno para criticar su obra? Ojo que no soy crítico de arte, pero como juez de este blog, declaro a José Luis Cuevas como sobrevalorado.
Hace tiempo, llegó a Mérida una exposición de un señor mexicano inconfundible por su feo bigote, horrible arrogancia y siempre portando un brazalete de cuero en el brazo derecho. El señor, quien adquirió fama cuando siendo muy joven en los 50, pertenece a la llamada “generación de la ruptura”, es un sobrevalorado. El nombre, “generación de la ruptura” es una de esas etiquetas cacareadas por fans y villamelones que adoran la obra de José Luis Cuevas. Llamado “Enfant terrible”, etiqueta que al parecer el adora, por su manifiesta ideología en contra de los muralistas de aquella época y su carga política. Después, monta su basura llamada “mural efímero”, un esperpento que ubica en la bautizada según algunos “zona rosa” por él mismo. Sus temas, la prostituta, el pordiosero, el loco y el enfermo. Temas que sigue repitiendo.
Tal vez lo único rescatable de Cuevas sea el estar en contra de el arte de escuela y ofrecer algo distinto a lo que ofrecían los muralistas mexicanos de ideas socialistas. Sin embargo, eso no lo exime de haber pertenecido a la mafia cultural mexicana que depredaba todos los espacios culturales disponibles en la república mexicana, y a su obra, de ser algo cuyo valor es mayor del que debería tener. Pero, ¿quién es uno para criticar su obra? Ojo que no soy crítico de arte, pero como juez de este blog, declaro a José Luis Cuevas como sobrevalorado.
miércoles, 4 de junio de 2008
"Nasty Sex", la canción de rock mexicano que tuvo éxito en el mundo
En 1971, fue celebrado en México el festival Avándaro.La celebración era lo más cercano a un festival musical de grandes alcances en nuestro país. Considerado como el sepulcro del rock mexicano por 15 años, Avándaro paradójicamente representaba el punto más alto que este tipo de música tenía en nuestro país. Por desgracia, las cosas fueron distintas y las estaciones de radio dejaron de tocar rock (situación que a más de 30 años, pienso que no ha variado).
Entre otras cosas, uno de los más grandes grupos de rock mexicano en aquel entonces era la Revolución de Emiliano Zapata. De sonido hippiesco y divertido, esta agrupación tuvo un éxito inusitado al grado que mi papá (quien de gusto rockero tiene muy poco) al oir una de las canciones, la medio reconoció, casi se pone a tararearla y me empezó a preguntar por ella. Regresando a la historia de la revo de emiliano zapata, en 1971 empezaron a tener éxito con la canción "Nasty Sex". Fue tal el éxito que parece que llegaron al Top 10 en un país tan ajeno al rock hecho en México, como ¡Alemania! pero luego de tocar en Avándaro, el éxito terminó. A mediados de los 70, el grupo decide cambiar de rumbo y tocar !música tropical! ni modo, el rock ya no dejaba dinero en ese entonces.
Recordando a este grupo, pongo la rola de "Nasty Sex", su mayor éxito. A muchos de ustedes seguramente les sonará conocida sobretodo porque apareció un pequeño fragmento de ella en la película "Y tu mamá también" (2001), si la misma donde salen Gael García y Diego Luna. Que disfruten la rola, la cual dura como 7 minutos. No le hagan caso al video porque alguien se lo improvisó como pretexto para poner la canción. Escuchen la rola, que está cantada en un inglés medio gacho. Por cierto, fue incluida en las 100 peores canciones del rock hecho en México, lista hecha por la revista La mosca en la Pared.
Entre otras cosas, uno de los más grandes grupos de rock mexicano en aquel entonces era la Revolución de Emiliano Zapata. De sonido hippiesco y divertido, esta agrupación tuvo un éxito inusitado al grado que mi papá (quien de gusto rockero tiene muy poco) al oir una de las canciones, la medio reconoció, casi se pone a tararearla y me empezó a preguntar por ella. Regresando a la historia de la revo de emiliano zapata, en 1971 empezaron a tener éxito con la canción "Nasty Sex". Fue tal el éxito que parece que llegaron al Top 10 en un país tan ajeno al rock hecho en México, como ¡Alemania! pero luego de tocar en Avándaro, el éxito terminó. A mediados de los 70, el grupo decide cambiar de rumbo y tocar !música tropical! ni modo, el rock ya no dejaba dinero en ese entonces.
Recordando a este grupo, pongo la rola de "Nasty Sex", su mayor éxito. A muchos de ustedes seguramente les sonará conocida sobretodo porque apareció un pequeño fragmento de ella en la película "Y tu mamá también" (2001), si la misma donde salen Gael García y Diego Luna. Que disfruten la rola, la cual dura como 7 minutos. No le hagan caso al video porque alguien se lo improvisó como pretexto para poner la canción. Escuchen la rola, que está cantada en un inglés medio gacho. Por cierto, fue incluida en las 100 peores canciones del rock hecho en México, lista hecha por la revista La mosca en la Pared.
domingo, 1 de junio de 2008
Los fracasos del fútbol mexicano VIII Parte
Los años ochenta o cómo México empieza a perder el liderato en la CONCACAF
Fracaso número veinte “Premundial Honduras 1981”: Otro fracaso que borra a México del mundial
Los ochenta no fueron tan buenos para la selección mexicana. Después de México 1970, casi todos los torneos en los que México participaba, eran un ridículo gigantesco. El premundial de Honduras fue otra estocada para México, que jugaba cada vez mejor en lo individual y colectivo, no obstante, esto no se veía reflejado en los resultados. México registraba 3 empates: 0-0 con Honduras, 1-1 contra Canadá y 1-1 contra Haití; una derrota contra el Salvador por 1-0 y una insuficiente victoria 4-0 sobre Cuba. Una vez más, México quedaba fuera de España 1982 a pesar de tener a Boy, Hugo Sánchez, Cuéllar o López Zarza.
Fracaso veintiuno: Mundial Australia 1981 para menores de 20 años.
México ofrecía una actuación decorosa, sin embargo empatar 3 a 3 con Egipto y 1 a 1 con España no sería suficiente. La derrota 1-0 contra la poderosa Alemania, sepultaba cualquier esperanza de calificar a la siguiente ronda.
¿Fracaso 22?: Juegos Panamericanos Caracas 1983
En un corto torneo Panamericano, México perdía ante Brasil por 1-0 y ganaba a la selección Argentina por 2-0. Sin ser realmente una mala actuación, México quedaba fuera de las medallas en el torneo de fútbol en Caracas 1983.
Fracaso número veinte “Premundial Honduras 1981”: Otro fracaso que borra a México del mundial
Los ochenta no fueron tan buenos para la selección mexicana. Después de México 1970, casi todos los torneos en los que México participaba, eran un ridículo gigantesco. El premundial de Honduras fue otra estocada para México, que jugaba cada vez mejor en lo individual y colectivo, no obstante, esto no se veía reflejado en los resultados. México registraba 3 empates: 0-0 con Honduras, 1-1 contra Canadá y 1-1 contra Haití; una derrota contra el Salvador por 1-0 y una insuficiente victoria 4-0 sobre Cuba. Una vez más, México quedaba fuera de España 1982 a pesar de tener a Boy, Hugo Sánchez, Cuéllar o López Zarza.
Fracaso veintiuno: Mundial Australia 1981 para menores de 20 años.
México ofrecía una actuación decorosa, sin embargo empatar 3 a 3 con Egipto y 1 a 1 con España no sería suficiente. La derrota 1-0 contra la poderosa Alemania, sepultaba cualquier esperanza de calificar a la siguiente ronda.
¿Fracaso 22?: Juegos Panamericanos Caracas 1983
En un corto torneo Panamericano, México perdía ante Brasil por 1-0 y ganaba a la selección Argentina por 2-0. Sin ser realmente una mala actuación, México quedaba fuera de las medallas en el torneo de fútbol en Caracas 1983.
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