Babasónicos ya no son lo que eran antes

“Porque en mi generación, ya no importa tu opinión, porque a mi generación algo le pasa...”Babasónicos en dgeneración, de su 1er. Disco, Pasto.

Hace muchos años, descubrí una banda de rock argentino de grueso calibre. La propuesta era sorpresiva y contundente. Sus letras y la vocalización de las mismas eran a veces imposibles de entender con claridad. Su melodía violenta, guitarrera y sin descanso. No era ninguna banda de metal, eran los sorprendentes babasónicos. En aquel entonces, no había visto tantos videos musicales y parecía que el rock argentino se encontraba aún alabando a sus glorias ochenteras. Una nueva oleada llegaba: “el nuevo rock argentino” y con una de sus figuras clave, los ahora famosos babasónicos. Con canciones como “patinador sagrado”, “malón”, “su ciervo”,”viva satana” y a través de discos como los raprockeros pasto (1992), trance zomba (1994), los psicodélicos “Dopádromo” (1996) o “babasónica” (1997). Definitivamente no eran un grupo de rock latinoamericano cualquiera.
A partir del disco Miami es cuando dejan atrás el estilo indefinible que los caracterizaba y la fama llega. Al igual que muchas bandas, el ego de los argentinos se sube y participan en una canción de su mismo nombre “babasónicos” del ex Stone Roses, Ian Brown. Sus videos, plagados de homenajes a sus influencias y llenos de cosas bizarras, me hacen pensar que si el loco psicomago Alejandro Jodorowsky hiciera una banda de rock, sería algo como estos argentinos. La vestimenta del grupo era cada vez más exótica, todavía recuerdo el traje con plumas que usó el cantante de d`argelos en un Vive Latino. Además, fue uno de los primeros grupos de rock que observé que usaba dj, al menos en Latinoamérica.
Después llegaría Jessico (2001), un disco que vendría a ser el parteaguas, la fama y la fortuna llegarían y con ello, se acabaría la creatividad. Jessica representaría el punto artístico más alto que la banda tendría. Era una verdadera lección a los grupos de música del continente. Paradójicamente, sacan más álbumes, la radio comercial mexicana y de otros países les abren las puertas. Sus siguientes discos serían -y siguen siendo- una desgracia, son la reinterpretación de lo que fue Jessico, y no se ve el cambio de un disco a otro.
Inflados, drogados y patéticos, babasónicos son hoy una caricatura que vende muchos discos. Poco originales, aburridísimos, pretenciosísimos, parecen una mala copia de los angeles negros (cuya música será motivo de otro post) y de toda la música aburrida que tanto gustaba a las dictaduras militares latinoamericanas y mexicanas, de la cual también eran fanáticos los padres de muchos de nosotros que crecieron escuchando a esos romanticones-aburridos-setenteros y sobrevalorados grupos. Vaya, los jóvenes latinoamericanos escuchaban música del ¡“quinto” mundo!, ni siquiera del tercero.
Que me perdonen sus fans, pero defender a babasónicos hoy en día resulta imposible. Una banda cuyos orígenes independientes, fino estilo y exoticidad que los hacía diferentes ha desaparecido. Todo ha quedado reducido en títulos apantallantes de tinte sexual, una imagen caricaturesca de lo que antes era atractivo por raro y puras baladitas que –valga la redundancia- dejan a babasónicos como lo que es hoy, una banda wannabe de los ángeles negros.