Seguramente más de uno habrá pensado que soy una persona negativa, aunque no me considero así. Bueno, la verdad me quejaba antes mucho más, lo hacía mucho, pero creo que con el paso del tiempo he ablandado mi corazoncito, como una amiga publicó en determinado momento cuando revisó una de las publicaciones que efectué en el blog.
El objetivo primordial que tenía cuando empecé a usar esta bitácora web era decir lo que pensaba, ya fueron cosas malas o cuestiones buenas. De ahí pasé a escribir sobre temas que me gustan mucho, tales como el fútbol y el rock; cuestiones que me llamaran la atención (hasta la fecha sigo sin saber qué significa marchanta, por cierto), o simplemente anécdotas ñoñas que me han sucedido a lo largo del tiempo, entre otras cosas.
De cualquier forma eso no exime mi responsabilidad de lo que he escrito. Es evidente que no me caracterizaba como una persona que se autocensura en la forma que digo las cosas . De ello dejo constancia en publicaciones como Trabajos raros, que es narrado de manera chusca, pero me consta que así fue. También recuerdo cuando tuve mi primer trabajo que era contar cuántos coches pasaban en una avenida (así, tal cual) y me persiguió un dipsómano más borracho que un cosaco.
Hace diez años, por salud mental empecé a escribir todo en una libreta, disciplina que luego trasladé a un blog en el 2006, luego lo eliminé por completo y pasé a Wordpress, pero como en este entonces no me gustaba (ahora adoro dicho administrador de contenidos), regresé a Blogger con este blog, que pese a que ha sufrido la falta de ausencia o de mantenimiento, lo retomé.
Hace diez años, por salud mental empecé a escribir todo en una libreta, disciplina que luego trasladé a un blog en el 2006, luego lo eliminé por completo y pasé a Wordpress, pero como en este entonces no me gustaba (ahora adoro dicho administrador de contenidos), regresé a Blogger con este blog, que pese a que ha sufrido la falta de ausencia o de mantenimiento, lo retomé.