"Ojalá fueses frío o Caliente, por que si tibio fueses te vomitaré de mi boca"
Jesús, dicen.
Carecen de argumentos cuando no pueden comprobar. Se muerden los labios cuando no quieren hablar. Se sienten atrapados cuando son pescados en una mentira. Guardan la mirada cuando faltan a la sinceridad. Estas y muchas características más son las que definen a los mentirosos. Su principal arma es un sentimiento muy rudo y violento, la mentira. Harán hasta lo imposible para dar tintes de realidad al engaño que han cometido. El objetivo principal siempre será convencer.
Tal vez desde pequeños aprendieron a mentir. Hicieron algo, culparon a otro, y alguien les creyó. Salieron victoriosos una vez y repetirán la técnica cuantas veces sea necesaria para obtener lo que sea en la vida. No les importa pisotear, aplastar o herir a cualquiera que se les ponga en frente. Su pan de todos los días es sacar provecho, manipular y chantaejear. O alguien les hirió y juraron vengarse sobre otros. No dejarlos descansar por el resto de sus vidas.
Podrá ser una, dos , tres o muchas de las veces que el inocente caiga en la mentira, en esa falsedad, en el doble sentido del que sea víctima. Y con el paso del tiempo, posiblemente las falacias crezcan y el número de fraudes aumentará exponencialmente en situaciones y personas.
La vida del mentiroso saltará de un lado a otro, hiriendo, lastimando a donde vaya. Su curriculum en hacer daño es tan grande que asusta. Que da miedo. Ahuyenta. Es mejor evitarlos por siempre.