lunes, 23 de mayo de 2016

Mi tío es el hombre más rico de Babilonia

Desde que era niño, una de las situaciones que más me cuestionaba era la gente que siempre andaba presumiendo a sus tíos. Hacías algo, se lo contabas a alguien y enseguida esa persona te restregaba que eso no era nada, que su tío todo eso lo hacía mejor que tú y era mejor.  Pobre de aquel que intentara cuestionar la vida y obra del superpoderoso tío del chavito, amigo (a), etc.

Situación típica: Iniciabas una plática con alguien sobre determinado tema y no faltaba el que te presumía que su tío era un hombre rico que tenía caballos, un yate más grande que el de Rupert Murdoch, diez ovejas, cinco tigres de bengala y tres animales exóticos. A veces la descripción era diferente y decían que el tío era un hombre culto, más aventurero que Indiana Jones y más astuto que el Chapulín Colorado.
De acuerdo a la descripción que me daban, en mi pequeña mente infantil me imaginaba que el pariente de aquella persona era alguien como Rico Mc Pato, Johnny Depp y Richard Branson en uno solo. Millonario, galán e inteligente.

Al ir creciendo fue cuestionando más éstas ideas. Llegué a la conclusión que si su pariente era el eslabón perdido o aún mejor, un Iron Man región cuatro, pues la personalidad del tío era superior y mucho más interesante que él mismo amigo u conocido que recién conocía.
Si el pariente es un dechado de virtudes, ¿para qué conocerte a ti? mejor voy con tu tío y me explicará todo lo que necesito saber.

Con este tipo de pláticas, no me refiero a una breve mención a un tío. Me refiero a las personas que gastan un buen de tiempo explicando las virtudes de su parentela.
Ya más grande, lo entendí. La gente que presumía demasiado a sus tíos con el fin de apantallar tenía problemas en su interior. El buscar reconocimiento a través de la parentela no es algo sano.
Hablar de los tíos y los parientes puede resultar muy agradable y enriquecedor cuando es alguna anécdota curiosa o humorística, algo que enriquece una conversación o para explicar lo que intentamos decir. Si la conversación no cumple con lo anterior, comentar de ello por más de 10 o 15 minutos, me parece una exageración, presunción.
Si alguien que lee esto es consciente de ello, mejor permítenos conocer lo chingona o desastrosa que es tu vida...¿quién eres? ¿qué haces? ¿qué puedo aprender de ti?

 Propongo que agradezcamos a nuestra parentela en privado y asunto acabado. Total, el tío puede "vender su imagen" por sí solo. Si es tan fregón, ¿para que necesita tu ayuda?  ¿acaso eres su relacionista público? Suficiente es su personalidad desbordante para que uno moleste a la gente con la frase típica : "Eso no es nada. Yo tengo un tío que....".

Pero, ¿quién soy yo para decirte qué hacer y qué no?
Por eso dejemos de promocionar a la parentela y hagámonos fuertes nosotros mismos. Cambia el chip. Piensa diferente. Actúa.



Si presumes tanto a tu tío, ha de ser Robert Downey Jr...mira este video cuando regala un brazo biónico 3D a un niño que lo necesita. 



martes, 17 de mayo de 2016

Cosas que debe saber un niño a la edad de...




Últimamente se ha puesto muy de moda en redes sociales un tipo de publicaciones en específico. Se trata de cosas que necesita saber un niño de tal o cual edad.
Respecto a estas publicaciones tengo algunas opiniones. Ojo, no soy ningún experto psicólogo o con estudios sobre la niñez. Solamente soy una persona que como cualquier otra me ocuparé sobre la educación futura de mi descendencia.

Lo bueno 
Entiendo que las publicaciones de "qué es lo que lo debe saber un niño a tal edad..." pueden ser útiles y servir como una guía de responsabilidades para inculcarle a un niño. Los infantes no llegan a la vida con un manual de instrucciones y leer más para adquirir herramientas sobre la educación de ellos lo considero muy importante.Algunos puntos de las listas de lo que debe saber un niño a tal edad me parecen muy rescatables. Que un niño a cierta edad ya pueda envolver la basura de la casa y sacarla es interesante y no dudaría en aplicarlo en mis hijos.

Lo malo
Sin embargo, creo que este tipo de publicaciones a veces tienen exigencias exageradas sobre los infantes. No estoy en contra de volver a un niño una persona cada vez más autónoma e independiente. Tampoco menospreciaría la capacidad creadora e intelectual de los niños, pero sí es responsabilidad nuestra que vivan su infancia cuando es su infancia y no convertirlos en nuestros trofeos.
Lo que no me gusta son puntos como "saber cocinar a tal edad"..., no digo que esté mal que sepan prepararse un sándwich, sino que creo que hay responsabilidades, como elaborar platillos complejos en la cocina, que pudieran aprender más adelante, sin presiones.
En el afán de mejorar su educación, podríamos estarla empeorando.Nunca he visto que las publicaciones de "cosas que un niño tiene que saber a tal edad..." estén respaldas por algún estudio serio de una organización, o por lo menos de alguna institución.Supongo que los hay, pero nunca he visto una respaldada de tal forma.


¿Qué hacer?
¿Tu niño(a) ya lava su ropa y otras actividades por él mismo? Excelente. También déjalo reír, explorar, jugar y cometer errores. Claro está, es un niño y aún no sabe qué hacer en tal o cuál situación.
Es más, recuerda que siempre está aprendiendo, descubriendo. Sólo que su nivel es distinto y depende de muchas variables, hay niños que captan rápido lo que les dices y otros, se mueven a su propio ritmo, de acuerdo a las etapas en su desarrollo. Esto último no lo invento yo, lo dicen psicólogos, pedagogos y demás estudiosos de la psique infantil.
De un niño generalmente se espera que salte, brinque, chille, haga travesuras, pruebe actividades, conozca lo que hay a su alrededor, adquiera consciencia de los peligros y quiénes lo rodean. Que crezca en un ambiente lo más sano posible. Se buscará que sea feliz  (¿recuerdan los derechos de los niños de ONU? o qué tal este artículo en inglés) Y también que FALLE. Lo escribo con letras mayúsculas para resaltarlo de alguna forma y recordártelo si eres papá o mamá el que me lee.  Por más cuidados que uno tenga. el niño (a) se caerá, ensuciará, y preguntará cosas inapropiadas porque... es un niño, ¡está aprendiendo!
En cambio, de un adulto se esperan muchas cosas porque ya tuvo una infancia y adolescencia para regalarla en grande, comentar estupideces y tomar decisiones erróneas.
Sabemos que muchos adultos se comportan como un niño y no precisamente hablamos del "niño interior". ¿Lo estaré haciendo bien? ¿ya le arruiné su educación a "Cachetitos"? No generemos más estrés del que ya tenemos en la vida diaria. De un adulto se esperan muchas cosas. Como la cultura de la competencia. Evitemos trasladar esto último a la niñez. Aunque nosotros también podemos fallar como padres. Se vale, no somos perfectos.

Que un sitio de imágenes virales de dudosa calidad o una página de Facebook no determine lo que quieres para tus hijos. Lo único que propongo en este artículo es que veamos la educación de las generaciones venideras de otra forma.
Nos han dicho tantas cosas sobre la educación de los niños, el deber ser. Podemos modificarlas y escoger lo que pensamos que es mejor. Recuerda que la mejor educación la pones tú, siendo congruente y viviendo con amor.

Por eso cambia el chip. Piensa diferente. Actúa.