martes, 26 de abril de 2016

El enemigo está ahí




El enemigo está ahí. Rodeando el lugar. Esperando el momento preciso para atacar.
Y cuando lo hace, te grita a la cara frases como "ten un trabajo como todo el mundo y no sigas tus sueños","ríndete" y "pierde tu tiempo olímpicamente", entre otras.

Probablemente tu oponente está más cerca de lo que crees.
El enemigo sonríe cuando piensas.
Dobla las comisuras de su boca en el momento que dudas. Celos, mentiras, doble moral, soberbia...¡le estás dando todo el trabajo!
Sonríe por dentro para disimular el placer que siente cuando fallas.
Tu oponente tiene la batuta. Tú se la has entregado. Se la obsequias cuando pierdes el tiempo cuando podrías estar haciendo lo que tienes qué hacer. O te haces al que no sabe nada cuando tienes que pagar algo o hacerte responsable.
Le estrechas la mano cuando postergas tus asuntos mientras otros se "rompen la madre" más que tú. Cuando gritas y pataleas en el momento que no te salen las cosas y  actúas como cualquiera porque te rebajas a ser como cualquiera.
El enemigo sabe de qué pie cojeas.Porque hasta cuando tú juras que haces el bien, él sabe más que tú del daño que haces. Y no te das cuenta.
Cuando te cierras a que trabajar mucho es la única opción cuando podrías pasar tiempo con la familia. Al privilegiar un asunto por encima de todos los demás aunque te hagas pedazos a todos, a todo a tu alrededor, no importando el costo. Cuando antepones el éxito por encima de tus seres queridos.

Tú sabes quién es
Algunos lo llaman "satanás". Otros lo llaman "culpa". Cada quién se refiere a él de acuerdo a sus creencias y formas de pensar.
El enemigo está ahí. Y te lleva mucha ventaja. ¿La clave?  Que conoce más de ti de lo que .
El enemigo está ahí. El enemigo está aquí. Está en ti. Justo en tu cabeza.